MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
Un estudio dirigido por científicos de la Universidad de Southampton (Reino Unido) ha descubierto evidencia de oleadas rítmicas de roca del manto fundido que se elevan desde las profundidades de la Tierra debajo de África, que podrían desgarrar gradualmente el continente y formar un nuevo océano.
Este hallazgo, publicado este miércoles en la revista 'Nature Geoscience' con la participación de investigadores de Alemania, Etiopía, Irlanda, Italia y Suiza, revela que la región Afar (Etiopía) está cubierta por una columna de manto caliente que pulsa hacia arriba como un corazón que late.
El descubrimiento del equipo revela cómo el flujo ascendente de material caliente desde el manto profundo está fuertemente influenciado por las placas tectónicas (placas sólidas de la corteza terrestre) que se encuentran por encima de él.
Durante millones de años, a medida que las placas tectónicas se separan en zonas de rift como Afar, se estiran y adelgazan, casi como plastilina blanda, hasta que se rompen. Esta ruptura marca el nacimiento de una nueva cuenca oceánica.
"Descubrimos que el manto bajo Afar no es uniforme ni estacionario; presenta pulsaciones y estas tienen características químicas distintivas. Estos pulsos ascendentes de manto parcialmente fundido son canalizados por las placas de rift superiores. Esto es importante para nuestra comprensión de la interacción entre el interior y la superficie de la Tierra", apunta Emma Watts, de la Universidad de Southampton.
VENTANA AL INTERIOR DE LA TIERRA
La región de Afar es un lugar raro en la Tierra donde convergen tres grietas tectónicas: la principal de Etiopía, la del Mar Rojo y la del golfo de Adén.
Los geólogos han sospechado desde hace tiempo que una surgencia caliente del manto, a veces denominada pluma, se encuentra bajo la región, contribuyendo a la extensión de la corteza y al nacimiento de una futura cuenca oceánica. Sin embargo, hasta ahora, se sabía poco sobre la estructura de esta surgencia o sobre su comportamiento bajo las placas tectónicas.
El equipo recogió más de 130 muestras de rocas volcánicas de toda la región de Afar y el Rift principal de Etiopía.
Utilizaron estos datos, además de información existente y modelos estadísticos avanzados, para investigar la estructura de la corteza y el manto, así como los materiales fundidos que contienen.
Sus resultados muestran que bajo la región de Afar se encuentra una única columna asimétrica, con bandas químicas distintivas que se repiten a lo largo del sistema de rift, como si fueran códigos de barras geológicos. La distancia entre estos patrones varía según las condiciones tectónicas de cada brazo del rift.
"Las rayas químicas sugieren que la columna pulsa, como un latido. Estos pulsos parecen comportarse de forma diferente según el grosor de la placa y la velocidad con la que se separa. En rifts de rápida expansión, como el Mar Rojo, los pulsos se propagan con mayor eficiencia y regularidad, como un pulso a través de una arteria estrecha", según Tom Gernon, profesor de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Southampton.
VULCANISMO Y TERREMOTOS
Esta nueva investigación muestra que la columna del manto debajo de la región de Afar no es estática, sino dinámica y responde a la placa tectónica que se encuentra encima de ella.
"Hemos descubierto que la evolución de las surgencias del manto profundo está estrechamente ligada al movimiento de las placas que lo cubren. Esto tiene profundas implicaciones en nuestra interpretación del vulcanismo superficial, la actividad sísmica y el proceso de desintegración continental", apunta Derek Keir, de las universidades de Southampton y de Florencia (Italia).
El trabajo demuestra que las surgencias profundas del manto pueden fluir bajo la base de las placas tectónicas y ayudar a concentrar la actividad volcánica donde la placa tectónica es más delgada.
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