MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
El PP de Madrid apura los plazos para presentar sus enmiendas al nuevo modelo de primarias elaborado por Génova, que se muestra dispuesta a pactar ligeros cambios con la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, siempre que no cambien el "espíritu" de un sistema que, según aseguran fuentes de la delegación madrileña, comparten.
La actualización de los Estatutos, que se aprobará en el Congreso Nacional de julio, retoma un sistema de elección basado en compromisarios que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido durante toda su trayectoria política. Inspirado en la elección indirecta de las presidenciales de Estados Unidos, este modelo prevé que los afiliados voten a una lista de compromisarios vinculada a una candidatura, en lugar de hacerlo directamente a los aspirantes a dirigir el partido. La idea es garantizar que se respeta el sentir de la militancia.
Fuentes del PP de Madrid reconocieron la semana pasada que les "gusta el espíritu de la reforma propuesta", pero subrayaron que "hay cuestiones que deben ser concretadas para garantizar que cumple su objetivo". Ayuso es una defensora del principio de 'un afiliado, un voto', es decir, que la militancia vote directamente al presidente del partido sin intermediarios, aunque las mismas fuentes apuntaron este martes que "no hay novedad" en lo que se refiere a sus enmiendas.
El plazo para presentarlas concluye mañana miércoles a las 20.00 horas. A partir de ese momento, arrancará la negociación con los ponentes, principalmente con el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, para evaluar la posible incorporación de sus propuestas al texto definitivo. En Génova esperan que las exigencias de los madrileños sean razonables y asumibles, pero cierran la puerta a grandes cambios. Y esperan que las posibles discrepancias no se enconen y se aborden con discreción.
"En este momento, que los militantes del Partido Popular estén más preocupados por cómo se elige al presidente local de su partido que en un cambio político en España… los ciudadanos no nos lo perdonarían", avisó el propio Feijóo en una entrevista en esRadio recogida por Servimedia. "Es un sistema que creo que tiene muchísimas más garantías que cualquier otro", añadió.
El líder del PP siempre se ha inclinado por este sistema. En 2008, cuando Mariano Rajoy le encargó la redacción de la ponencia de Estatutos, justificó la apuesta por un modelo al estilo norteamericano –aunque con diferencias sustanciales con respecto al nuevo– con los mismos argumentos que han utilizado en su partido durante la última semana: que permitirá que los militantes que voten a determinados compromisarios sepan que están votando a un candidato concreto, igual que en las elecciones generales.
Este formato busca prevenir una escena como la ocurrida en 2018. Tras la moción de censura de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría se impuso entre los afiliados, pero, tras la eliminación de María Dolores de Cospedal en la primera vuelta, los compromisarios --que se presentaron sin adherirse a ningún candidato-- auparon a Pablo Casado como presidente del PP en la votación y desdijeron así a la militancia. "Me arrepiento de las primarias", recordó este lunes Rajoy, que impuso ese modelo en 2017. "Generan mucha división y eso no se arregla en cinco días. El sistema de los compromisarios es mucho más fácil para buscar acuerdos".
De hecho, el nuevo modelo sigue permitiendo que dos candidaturas se alíen en la segunda vuelta --la de los compromisarios-- en una carrera de tres o más aspirantes, y hagan presidente del PP a un candidato que no necesariamente fuera el más votado entre los militantes. Este es uno de los aspectos que levanta ampollas entre el PP de Madrid, pero Génova rechaza tocarlo. No ven con malos ojos, en cambio, permitir una votación directa de los afiliados en los congresos locales, aunque no hay nada asegurado.
También despierta cierta inquietud el hecho de que, con el nuevo modelo, exista la posibilidad de que gane un candidato sin el apoyo mayoritario de las bases por el reparto de compromisarios, ya que el nuevo sistema contempla que el ganador de cada circunscripción provincial se llevará al Congreso a todos sus electores, abriendo así la puerta a que los grandes territorios inclinen la balanza hacia uno u otro lado. Por ejemplo, en las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 2016, Donald Trump venció a Hillary Clinton con una holgada ventaja en compromisarios a pesar de que ella obtuvo cerca de tres millones de votos más en todo el país.
Fuentes populares alegan que el reparto de compromisarios es "muy ajustado", por lo que las posibilidades de que este escenario se replique en un Congreso del PP son, a su juicio, mínimas. De todos modos, los ponentes de los Estatutos podrían entrar a concretar el reparto de los compromisarios por provincia, que durante toda la historia del PP se ha determinado por niveles de afiliación "al menos en un 75%", y en el porcentaje de votos obtenido en las elecciones generales inmediatamente anteriores "como máximo en un 25%".
En Génova dan por hecho que el debate se saldará con la inclusión de una serie de enmiendas pactadas con el PP de Madrid que permitan al equipo de Ayuso sentirse partícipes del nuevo modelo. Y se muestran convencidos de que cualquier propuesta no pactada de los madrileños que llegue viva al Congreso Nacional se dará de bruces con los compromisarios. Un veterano fontanero recuerda el precedente de 2017, cuando los compromisarios del barrio de Salamanca propusieron "un sistema a través del cual los militantes del PP puedan elegir, sin intermediarios, de forma universal, directa, libre y secreta a los presidentes". La iniciativa naufragó: solo logró el apoyo del 17,8% de los compromisarios que votaron.
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