MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
El Pleno del Congreso tomó en consideración este martes una reforma del Reglamento del Congreso propuesta por el PP para limitar los márgenes de maniobra de la Mesa en la tramitación de las proposiciones de ley y evitar bloqueos deliberados que, según denuncia la oposición, permiten entorpecer el trabajo legislativo por la vía del retraso indefinido.
La iniciativa arrancará su tramitación parlamentaria tras cosechar 289 síes –PP, PSOE, Vox y BNG– frente a 44 noes –Sumar, ERC, Bildu, PNV– y 11 abstenciones –Junts, Podemos y Coalición Canaria. Sin embargo, PSOE y Sumar pueden utilizar su mayoría absoluta en la Mesa del Congreso para paralizar una iniciativa que pretende acabar con esta práctica.
En concreto, la propuesta del PP introduce plazos máximos en las distintas fases del procedimiento parlamentario, de forma que los grupos no vean restringido su derecho a presentar y defender sus iniciativas.
El PP fija en el texto un máximo de diez días hábiles para que la Mesa establezca el plazo de enmiendas tras la publicación de una proposición de ley. Una vez vencido ese plazo, la ponencia deberá constituirse y celebrar su primera reunión en un máximo de quince días hábiles, y la comisión correspondiente dispondrá de un mes para emitir su informe. Con estos cambios, el PP busca blindar el papel legislativo del Parlamento frente a lo que considera vetos encubiertos mediante la dilación.
El diputado del PP y vicepresidente segundo del Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro, considera que su iniciativa defiende el Parlamento frente al uso de una "herramienta procedimental" como "un mecanismo de censura y bloqueo" de las iniciativas de la oposición. El objetivo es poner así "punto y final" al "congelador" de la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, a la que acusó de paralizar "casi un centenar de leyes".
Pese a lograr una mayoría suficiente para tramitar la iniciativa, el PP se llevó varios reproches del PSOE y sus socios, así como de Vox. Todo el arco parlamentario afeó al principal partido de la oposición su "hipocresía" al intentar detener un 'modus operandi' del que hizo uso con Ciudadanos en 2018.
REPROCHES
El diputado del PSOE Joaquín Salmerón, de hecho, recordó a Bermúdez de Castro que defendió en el Pleno el 'no' de su partido a una iniciativa similar que los socialistas presentaron entonces, y apuntó que el PP ha pedido 500 prórrogas del plazo de enmiendas en esta legislatura. No obstante, se mostró en contra de los tiempos tasados por los populares porque, a su juicio, son muy rígidos para hacer "parlamentarismo" y consensuar leyes, sobre todo al gobernar en minoría. Asimismo, se opuso a "cambiar reglas en mitad del partido", aunque al final su formación votó a favor de iniciar la tramitación.
La parlamentaria de Vox Lourdes Méndez Monasterio fue muy similar en las formas, aunque no el fondo, dado que anunció que el voto a favor de su partido –aunque expresó también sus reservas con los plazos–. La diputada afeó al PP su "verdadera incoherencia" por traer una iniciativa "prácticamente idéntica" a la que votó en contra hace siete años. "Es un verdadero escándalo que se cambie el discurso por cuestiones partidistas sin ningún tipo de principios", remató.
La diputada de Sumar y vicepresidenta tercera del Congreso, Esther Gil, sostuvo que la propuesta del PP "deja fuera a los grupos minoritarios" del debate parlamentario, "neutraliza" las Cortes y "frena las reformas sociales", evidenciando su oposición a la iniciativa.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, en cambio, opinó que "la iniciativa es buena" y "se podría debatir", pero, a diferencia de Sumar, alegó que "el discurso" del PP "echa para atrás a cualquier persona normal", así como sus incongruencias, dado que en el Senado amplió los plazos para la tramitación de las proposiciones de ley procedentes del Congreso de las dos semanas marcadas anteriormente hasta los dos meses para frenar la aprobación de la amnistía. Los independentistas votaron en contra.
Por su parte, el diputado de Junts Josep Maria Cervera cargó contra el bipartidismo para justificar su abstención. "Cuando populares bloquean, los rojos proponen tener todo bien acotado para que los azules no puedan abusar de la situación; pero cuando los rojos gobiernan, les viene bien manga ancha para legislar a su ritmo y son los azules los que quieren condiciones más rígidas". Y el diputado del PNV Mikel Legarda pidió un debate más consensuado, pero dentro de una nueva subcomisión adscrita a la Comisión de Reglamento y no en el Pleno, al tiempo que pidió plazos de enmiendas más amplios.
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