Demuestran que el cáncer de próstata con mutación en dos genes es más agresivo

MADRID, 15 (SERVIMEDIA)

Un estudio del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid e impulsado por CRIS Contra el Cáncer ha comprobado que las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, que ayudan a reparar el ADN de las células, empeoran de forma significativa el pronóstico del cáncer de próstata metastásico reduciendo a la mitad la supervivencia media: de casi seis años a menos de tres, según explicó en declaraciones a Servimedia el doctor David Olmos.

Los resultados de esta investigación, presentados en el Congreso ASCO en Chicago y publicados en la revista 'Annals of Oncology', subrayaron la urgencia de incorporar pruebas genéticas desde el mismo momento del diagnóstico para avanzar hacia terapias personalizadas.

Una demanda a la que se sumó CRIS Contra el Cáncer, ya que diagnósticos moleculares y personalizados tempranos pueden evitar tratamientos ineficaces y ayudar a los médicos a identificar la estrategia más adecuada para cada persona.

El investigador de CRIS Contra el Cáncer, oncólogo del Hospital 12 de Octubre, responsable del Grupo Genómica y Terapéutica en Cáncer de Próstata del Instituto de Investigación i+12 e investigador principal de este estudio, el doctor Olmos, destacó que este estudio denominado Capture concluyó que "la presencia de mutaciones en genes relacionados con la reparación del ADN, en particular las alteraciones en los genes BRCA1 y BRCA2, empeora significativamente la evolución del cáncer de próstata metastático, independientemente de la modalidad de tratamiento inicial".

"Esto tiene más peso que factores como el volumen de la enfermedad (localización y número de metástasis) que se usan habitualmente para informar del pronóstico a cada paciente y decidir cuál es su régimen de tratamiento óptimo".

BIOLOGÍA TUMORAL

Por lo tanto, añadió, "estos hallazgos subrayan la importancia de integrar el estudio de la biología tumoral para estratificar el riesgo de manera precisa y aplicar nuevas estrategias de tratamiento y seguimiento".

Hasta este momento, el tratamiento que se administra al paciente, hormonas y/o quimioterapia, depende en gran medida del volumen de metástasis. Este trabajo demuestra también que la terapia estándar es insuficiente, por lo que son necesarias nuevas alternativas terapéuticas y que, dada la importancia de las alteraciones genéticas en el pronóstico, es necesario el cribado de estas alteraciones moleculares desde el momento del diagnóstico.

Sin embargo, puntualizó el doctor Olmos, "a día de hoy, todavía hay poca información sobre cómo cambian el manejo inicial de la enfermedad localizada y las pruebas genéticas. Sabemos que algunos factores están asociados a un buen o mal pronóstico tras cirugía y/o radioterapia, pero ambas siguen siendo modalidades curativas que aún no pueden ser sustituidas".

Por ello, subrayó, "a corto o medio plazo, es difícil pensar que la cirugía o la radioterapia vayan a ser reemplazadas, aunque es previsible que se incorporen fármacos contra diana que aumenten la eficacia del tratamiento quirúrgico y/o radioterápico".

ALTERACIÓN GENÉTICA

De hecho, según este estudio, "la alteración genética es más importante que cualquier otro factor pronóstico, lo que pone de relieve la importancia de las pruebas genéticas para evaluar la biología tumoral subyacente, más allá de los factores de riesgo tradicionales basados en la carga tumoral", señaló el investigador.

El estudio concluye, además, que estos hallazgos "resaltan la importancia de integrar el cribado temprano de este tipo de mutaciones en la práctica clínica, es decir, que hay que hacer el análisis molecular desde el momento del diagnóstico, sin esperar a que los tumores se hagan resistentes al tratamiento".

En cuanto a las estadísticas, el doctor Olmos destacó que "en España no contamos con estadísticas tan precisas como en otros países, pero se estima que en 2022 se diagnosticaron unos 35.000 casos de cáncer de próstata, de los cuales al menos un 10% debutaron con metástasis y entre un 10% y un 20% podrían desarrollar metástasis tras un tratamiento previo con intención curativa".

La mediana de supervivencia en cáncer de próstata metastásico con un tratamiento intensificado (superbloqueo hormonal y/o quimioterapia) supera fácilmente los cinco años en la actualidad, mientras que hace una década estábamos por debajo de los 2 años en los tumores más agresivos. Sin embargo, explicó, "la mediana de supervivencia de los pacientes con alteraciones de los genes BRCA1 y/o BRCA2 a veces no alcanza los 24 meses. La introducción de nuevos tratamientos, como los inhibidores de PARP combinados con un superbloqueo hormonal, puede revertir estos malos resultados".