MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
Las lluvias de la primavera, que fue la quinta más húmeda en España desde 1961, han dejado atrás dos años de sequía meteorológica duradera en el conjunto del país y darán paso a un verano probablemente más caluroso de lo normal en todo el territorio nacional.
El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, dio a conocer ese dato este viernes en una rueda de prensa telemática con la que también desveló la predicción estacional del verano, las características climáticas de la primavera y un breve resumen de los primeros meses de este año y el pronóstico para los próximos días.
La sequía meteorológica de larga duración se produce cuando se acumulan menos lluvias de lo normal durante los tres últimos años. España entró en esta situación en la primavera de 2023. No es una novedad, puesto que ya hubo otras entre 1975 y 1976, de 1982 a 1983, de 1993 a 1995 (que fue la más intensa y larga), de 2006 a 2007, en 2017 y en 2019.
La pasada primavera meteorológica -que comprende los meses de marzo, abril y mayo- fue la quinta más lluviosa en España desde que la serie histórica nacional empezara en 1961 y la tercera más húmeda del siglo XXI.
"Con las precipitaciones de los últimos meses y con los datos ya encima de la mesa, podemos decir que a finales de mayo España había dejado atrás la sequía de larga duración", sentenció Del Campo, quien añadió: "No hay que bajar la guardia nunca en España en el uso del agua con sentido común y racionalidad porque es un bien escaso".
PREDICCIÓN DEL VERANO
El verano astronómico, que comenzará el próximo 21 de junio, será más caluroso de lo normal en toda España y no hay una tendencia clara sobre si lloverá más o menos de lo habitual.
La predicción estacional de la Aemet para el trimestre comprendido por julio, agosto y septiembre -que se ajusta más al verano astronómico (del 21 de junio al 22 de septiembre)- indica, según Del Campo, que "la probabilidad de que el trimestre julio, agosto y septiembre sea más cálido de lo normal es alta en España".
Esa probabilidad, basada en datos de Copernicus -perteneciente al Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo, del que forma parte la Aemet-, es de más del 70% en todo el territorio español.
En cuanto a si ese trimestre veraniego estará entre el 20% de los más cálidos jamás registrados, la probabilidad resulta ser del 50% al 70% en la mayor parte de la península y el este de Canarias, y más del 70% en Galicia, la zona cantábrica, el Mediterráneo peninsular, Baleares y el oeste de Canarias.
La predicción para el trimestre formado por junio, julio y agosto (que comprende el verano meteorológico) indica que hay un 60% de probabilidades de que haga más calor de lo habitual en la mayor parte de la península y un 70% en el área mediterránea peninsular y los dos archipiélagos. "El último verano más frío de lo normal en España fue el de 2014", recordó Del Campo.
Sobre las lluvias, los modelos de predicción estacional no se ponen de acuerdo, de manea que no hay una tendencia clara. "Es igual de probable que sea un verano con lluvias por encima de lo normal a que estén por debajo. En verano nunca o casi nunca llueve demasiado en España. Lo habitual es que tengamos largos periodos secos ocasionalmente interrumpidos por la llegada de alguna vaguada o alguna dana que da lugar a tormentas, que localmente pueden ser intensas y dejar mucha lluvia en poco tiempo", precisó el portavoz de la Aemet.
En resumen, Del Campo destacó que resulta "muy probable" que este verano sea más caluroso que de costumbre. Esto es casi la nueva normalidad. Veranos muy cálidos y con posibilidad de que tengamos olas de calor", apostilló.
PRIMAVERA LLUVIOSA
Por otro lado, la pasada primavera meteorológica -marzo, abril y mayo- resultó muy húmeda en el conjunto del país, con 278,8 litros por metro cuadrado en la España peninsular (un 151% más de lo normal); 139,3 en Baleares (un 122% más), y 106 en Canarias (un 205% más).
Fue la quinta primavera más húmeda desde que la serie histórica comenzara en 1961 (solo por detrás de las de 1969, 1971, 2013 y 2018) y la tercera del siglo XXI, solo por detrás de las de 2018 y 2013. En Canarias se convirtió en la séptima más lluviosa desde 1961 y la segunda del siglo XXI, detrás de la de 2011.
Marzo fue muy húmedo (el tercero más lluvioso del registro histórico), abril resultó húmedo y mayo, normal. "Las lluvias en la primavera fueron claramente de más a menos", apostilló Del Campo.
Las precipitaciones superaron el promedio en todo el país salvo en el norte de Galicia y las provincias cantábricas gracias a que las borrascas atlánticas llegaron en marzo desde el suroeste peninsular, cuando lo habitual es que lo hagan por el noroeste.
Respecto a las temperaturas, la primavera meteorológica tuvo un carácter normal con 12,7 grados de media en la España peninsular (0,3 más de lo habitual); 15,9 en Baleares (0,9 más), y 16,5 en Canarias (0,2 menos).
Marzo resultó muy frío (el primer mes con ese carácter desde noviembre de 2021), abril acabó siendo muy cálido y mayo fue normal en temperaturas.
"Desde los años 90 del siglo XX hasta la actualidad se van acumulando las primaveras con temperaturas por encima del promedio normal. La última primavera que tuvo un promedio por debajo de lo normal fue la de 2018. Las siete posteriores han sido normales, cálidas o muy cálidas", recalcó Del Campo.
RESUMEN DE ENERO A MAYO
Por otra parte, la temperatura media en España entre los pasados meses de enero y mayo fue de 10,8 grados, lo que supone 0,7 más de lo normal y la octava cifra más cálida de la serie histórica, empatada con 2022 (que acabó siendo el año más cálido hasta entonces) y 1995.
Y en los cinco primeros meses del año se acumularon 393 litros por metro cuadrado de precipitaciones, esto es, el undécimo dato más alto del registro histórico y el quinto del siglo XXI.
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