MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
El sesgo de género entre hombres y muijeres en la atención médica provoca desigualdades en el acceso, la calidad y los resultados en la salud de la población femenina, según pusieron de manifiesto los expertos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) durante su 31º Congreso Nacional que se celebra estos días en Las Palmas de Gran Canaria.
Los médicos generales y de familia confirmaron este jueves que la salud difiere entre mujeres y hombres debido a sus rasgos biológicos, pero también por diferencias en la exposición a factores de riesgo y en la atención sanitaria que reciben.
De hecho, la atención médica a mujeres ha sido históricamente influenciada por el sesgo de género, lo que ha llevado a desigualdades en el acceso, la calidad y los resultados de los servicios de salud, según advirtieron el responsable del Grupo de Trabajo de Salud de la Mujer de la SEMG, el doctor Lorenzo Armenteros del Olmo; y la presidenta de la SEMG Catalunya, la doctora Mariam de la Poza Abad.
De hecho, explicaron que numerosos artículos científicos revisan cómo los sesgos de género en los diagnósticos médicos y el tratamiento afectan negativamente la salud de las mujeres, particularmente en áreas de salud mental y enfermedades cardiovasculares. El sesgo de género en la atención médica puede manifestarse de diversas formas, incluyendo estereotipos, discriminación y falta de consideración por las necesidades específicas de las mujeres.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Aunque la medicina se presenta como una disciplina objetiva, estudios científicos han identificado que el género puede influir en cómo se diagnostican y tratan las enfermedades. Esto puede deberse a factores como la infrarrepresentación de las mujeres en la investigación clínica, a la aplicación de estándares masculinos como norma para la atención de la salud en general, o a la influencia de las creencias culturales y sociales sobre la forma en que se perciben y tratan las enfermedades en las mujeres.
Los doctores Armenteros y de la Poza repasaron la evidencia científica de sesgo de género en la medicina, existente por ejemplo en el diagnóstico de enfermedades. Las mujeres a menudo enfrentan un retraso en el diagnóstico o el diagnóstico incorrecto de enfermedades.
Por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte entre las mujeres, se diagnostican erróneamente o con menos frecuencia en mujeres que en hombres. Los síntomas de las enfermedades cardiovasculares en mujeres, como es el caso del infarto, pueden diferir de los de los hombres, y el sesgo de género puede llevar a que pasemos por alto los síntomas en mujeres.
INVESTIGACIÓN SESGADA
Históricamente, las investigaciones médicas se han centrado en los hombres, lo que resultó en una falta de datos específicos sobre cómo las enfermedades afectan a las mujeres. Esto ha llevado a que el sesgo de muchos tratamientos médicos no se adapten adecuadamente a las necesidades de las mujeres.
En muchos casos, las mujeres no han sido incluidas en ensayos clínicos o se han utilizado solo las dosis de medicamentos basadas en estudios realizados con hombres. La evidencia científica de sesgo de género en la medicina también se ve representada en el área de la salud mental.
Las mujeres tienen una mayor probabilidad de ser diagnosticadas con trastornos mentales como depresión o ansiedad, pero este diagnóstico no siempre refleja la complejidad de los factores sociales y culturales que pueden influir en la salud mental de las mujeres. El sesgo de género puede llevar a que los síntomas emocionales o psicológicos en las mujeres se interpreten de manera incorrecta, lo que puede resultar en una atención menos adecuada.
RECOMENDACIONES
Igualmente, este sesgo de género en la medicina afecta al dolor y condiciones de salud. Las mujeres suelen recibir menos tratamiento para el dolor que los hombres, especialmente en enfermedades crónicas como la fibromialgia y la artritis. También los síntomas de dolor en las mujeres pueden ser minimizados o desestimados por los profesionales de la salud, debido a creencias preconcebidas sobre la tolerancia al dolor de las mujeres.
Los doctores miembros del Grupo de Salud de la Mujer de SEMG consideraron que, para mitigar el sesgo de género, es esencial que los profesionales de la salud reciban educación médica y capacitación sobre la influencia del género en la salud, sobre cómo reconocer los sesgos y sobre cómo proporcionar atención equitativa.
Del mismo modo, los expertos recomendaron incluir a las mujeres en los ensayos clínicos y la investigación médica, crucial para asegurar que los tratamientos y diagnósticos sean apropiados para las mujeres. Los investigadores deben considerar las diferencias biológicas entre géneros al diseñar estudios y al interpretar los resultados.
Igualmente, la implementación de políticas que promuevan la igualdad de género en la atención médica y la creación de sistemas de salud sensibles al género pueden ayudar a reducir las disparidades de salud entre hombres y mujeres.
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