MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
La organización ambiental Greenpeace señaló este jueves en un informe que "sobran cerdos en España" y reivindicó que la producción porcina nacional baje un 88% de aquí a 2050 para garantizar una transición del "actual y destructivo modelo" alimentario hacia otro más sostenible.
La actual cabaña de porcino española (34.565.283 cerdos, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) genera el equivalente a 29.007 piscinas olímpicas de purines cada año (unos 97.900 millones de litros).
"Esta ingente cantidad de excrementos contribuye de forma determinante a la emisión de gases de efecto invernadero (como el metano y el óxido nitroso), también a la de amoníaco y a algo muy grave: a la contaminación del agua por nitratos, el principal problema de contaminación que afecta a las masas de agua en España, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico", según Greenpeace.
Actualmente, más de la mitad de la carne que se produce en España es de cerdo y alrededor del 60% ya se exporta. Esta producción ha colocado a España en el cuarto puesto de los países que más carne de cerdo producen en el mundo, solo por detrás de China, Estados Unidos y Brasil, y en el principal exportador mundial.
"TRANSICIÓN JUSTA"
Para alcanzar este punto, el sacrificio de cerdos se incrementó casi un 2.000% desde los años 60 del siglo pasado, muy por encima de cualquier otra cabaña ganadera, y las macrogranjas de cerdos un 144% desde 2013 hasta 2023, según el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes.
"Las macrogranjas de cerdos son las centrales térmicas de carbón del sistema alimentario. Su dependencia absoluta de insumos provenientes de terceros países, la ingente contaminación que genera y la crueldad con la que son explotados los animales hace que no tengan cabida en un modelo alimentario sostenible como el que propone Greenpeace", según Luís Ferreirim, responsable de la campaña de ganadería en Greenpeace España.
Ferreirim añadió: "No pedimos la abolición de la ganadería ni que la gente deje de comer carne. Pedimos el fin de la ganadería industrial y que el consumo de alimentos de origen animal siga las estrictas recomendaciones científicas".
El informe de Greenpeace propone el abandono gradual de la ganadería industrial y el cierre de las macrogranjas, y el fomento de la ganadería extensiva de base agroecológica para garantizar una "transición justa" para el sector ganadero.
Ese cambio de modelo llevaría a duplicar el empleo actual del sector ganadero, salvo en el porcino, que bajaría un 70% por la eliminación de la ganadería intensiva y las macrogranjas.
Según esta organización, el sector ganadero emitiría un 20% más gases de efecto invernadero en 2050 de continuar con el actual modelo alimentario, debido en gran medida a que se agravaría la dependencia internacional de los piensos.
La Comisión Europea, en su revisión de la aplicación de la política ambiental, ha advertido a España de que debe "abordar la contaminación procedente de la cría intensiva de aves de corral o cerdos" como una de sus acciones prioritarias en materia ambiental.
"INASUMIBLES IMPACTOS"
De ponerse en marcha la transición alimentaria que defiende Greenpeace, las emisiones de gases de efecto invernadero del sector ganadero podrían bajar un 80% a mediados de este siglo.
Esta transformación en el sector ganadero contribuiría a la reducción de un 57% de la contaminación del agua por nitratos, no solo por la reducción de la cantidad de excrementos generada, sino también por el abandono del uso de fertilizantes sintéticos, gran parte utilizados para producir alimento para el ganado.
"Desde Greenpeace seguiremos poniendo la atención en todos y cada uno de los sectores de la ganadería industrial. Sin embargo, consideramos que es prioritario actuar en el sector porcino debido a los inasumibles impactos que genera y porque su transformación tiene una capacidad de arrastre en todo el sistema alimentario. Sabemos que nos enfrentamos al cuarto poder económico en España, pero ha llegado el momento de parar esta trituradora del medio ambiente", apuntó Ferreirim.
Por ello, Greenpeace reclamó no conceder más autorizaciones a nuevos proyectos de ganadería intensiva o a la ampliación de los existentes, con especial prioridad para el cerdo; un Plan Estratégico de Ganadería que permita determinar la carga ganadera máxima para cada región, y fomentar la 'dieta de salud planetaria' con menos carne, lácteos, huevos y pescado, y más legumbres y resto de alimentos de origen vegetal.
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