MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
El Hospital Ramón y Cajal de Madrid ha remodelado las consultas de psiquiatría infanto-juvenil para convertirlas en un 'espacio zen' de la mano de Fundación Mutua Madrileña.
El nuevo espacio se adapta a la necesidad de silencio y calma que requieren muchos de los pacientes con trastornos del espectro autista (TEA) que atiende esta unidad, explicó la Fundación Mutua Madrileña en un comunicado.
El proyecto forma parte de la nueva línea de actuación de la Fundación Mutua Madrileña para humanizar zonas hospitalarias que atienden a niños con enfermedades graves o problemas de salud mental.
Esta zona de psiquiatría y psicología infanto-juvenil del Hospital Universitario Ramón y Cajal atiende anualmente unas 2.000 consultas entre niños y adolescentes, una cifra que va en aumento en los últimos años, según destacó la Fundación Mutua Madrileña en un comunicado.
Los pacientes usuarios de este espacio son menores de entre 3 y 18 años que acuden al psiquiatra o psicólogo para diagnóstico o seguimiento de trastornos del espectro autista (TEA); síntomas depresivos, de ansiedad o psicosis; déficit de atención e hiperactividad; trastornos de la conducta alimentaria o incluso pacientes con trastornos físicos que pueden presentar alguna sintomatología que requiera de la intervención de estos profesionales de la salud mental.
El nuevo espacio, que ya está operativo, ha sido remodelado con ilustraciones y decoración en tonos suaves, se ha acolchado del suelo para amortiguar los ruidos, huyendo además de motivos y tonos de sobreestimulación, y cuenta con una zona de juegos. También se han actualizado y homogeneizado las consultas y el espacio de enfermería.
"Somos conscientes de la importancia que tienen los espacios en los que los niños reciben tratamiento hospitalario y de la necesidad de contar con entornos adecuados que faciliten el trabajo del personal sanitario y su apoyo a las familias", explicó el presidente del Grupo Mutua Madrileña y su fundación, Ignacio Garralda.
Por su parte, la jefa de servicio de psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Ángel Ibáñez, agradeció la iniciativa de la Fundación Mutua Madrileña "por dar una solución a nuestra problemática, creando una zona más confortable" y alejada de la "frialdad de un pasillo hospitalario".
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