MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
La Fundación Álex Rivera ha anunciado el lanzamiento del proyecto Peter, el primer asistente robótico para personas adultas con discapacidad intelectual y síndrome de Down que utiliza inteligencia artificial para facilitar la independencia y autonomía de este colectivo.
La Fundación Alex Rivera lanzó en abril Badi Impulsa, el primer portal de acceso a la vivienda para personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. En mayo la entidad ha recibido el premio Deloitte por su proyecto 'Jóvenes por la Inclusión', un programa cuyo objetivo es mejorar la eficiencia operativa de los centros especiales de empleo para hacerlos más competitivos y mejorar así las oportunidades de las personas con discapacidad intelectual. Y esta misma semana presentaban el asistente virtual Peter, un perro robótico que utiliza inteligencia artificial para ayudar a las personas con discapacidad intelectual a ser más independientes.
En poco más de un año de vida, la Fundación Álex Rivera ha roto esquemas al trasladar el modelo de las 'startups' tecnológicas al ámbito de las organizaciones sin ánimo de lucro. Su fundador, Carlos Rivera, creador de la 'startup' 'www.clicars.com', que cofundó en 2016 y vendió en 2022 tras facturar 500 millones de euros y crear 700 empleos, aseguró que su objetivo es cumplir los sueños de independencia y autonomía de las personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales.
Detrás de su motivación está su hermano Alex, un joven de 38 años con síndrome de Down que lleva trabajando en la aseguradora Santalucía 13 años como administrativo. "Está feliz él, está feliz la empresa, está feliz todo el mundo", explicó Carlos Rivera en una entrevista en Servimedia.
Su objetivo es que los jóvenes y adultos que, como Álex, "no están en centros especiales de empleo y en general tienen más autonomía", que suponen en torno al 40% de las personas con discapacidad intelectual, puedan cumplir su sueño de independizarse.
MÁS ESPERANZA DE VIDA
En los últimos 30 años, la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down ha aumentado "desde los 25 hasta los 60 años, con lo cual hay una etapa que no está cubierta por nadie". Para intentar dar apoyo y soporte a las familias ante esta realidad, la Fundación inició su andadura recopilando información sobre las demandas de este colectivo. En España existen muchas y "extraordinarias" asociaciones y entidades dedicadas a la discapacidad y se pusieron a trabajar con ellas.
Elaboraron también un informe en colaboración con Price Waterhouse Cooper, que fue el primer informe de vivienda sobre personas con discapacidad, que concluyó que pese a que en España el 70% del colectivo vive en entornos familiares, "la mitad de las personas con discapacidad se quiere independizar" y de ellos "solo un 20% puede hacerlo en entornos desinstitucionalizados", siendo estos espacios de mayor autonomía donde los adultos con discapacidad intelectual "son más felices". Al igual que el resto, "cuando cumples una cierta edad te apetece irte con tus amigos o con tu pareja o con quien quieras; ellos no son una excepción".
El siguiente paso fue preguntarse cuáles son los frenos que impiden a estos jóvenes ser más independientes, y una de las respuestas fue la barrera de la vivienda. "En Idealista te cuelgan el teléfono" porque "muchos propietarios no quieren personas con discapacidad intelectual". Así surgió Badi Impulsa, el primer portal de acceso a la vivienda para personas con discapacidad intelectual o del desarrollo que la Fundación Álex Rivera ha puesto en marcha en colaboración con Plena inclusión.
En esta plataforma, en la que actualmente hay ya en torno a 30 viviendas, los usuarios pueden consultar toda la información sobre las viviendas, sus servicios, accesibilidad y los apoyos que incluyen para facilitar a estos jóvenes su independencia.
PROYECTO PETER
El segundo proyecto que ha venido a eliminar las barreras que frenan la autonomía del colectivo es Peter, un perro robótico que utiliza inteligencia artificial para acompañar a las personas con discapacidad intelectual en sus nuevas casas, para que puedan vivir solas y con un coste razonable. "Peter es un acompañante digital para personas con discapacidad intelectual para que puedan ser independientes", afirmó el fundación de la Fundación Alex Rivera.
El objetivo es utilizar la tecnología para cubrir las necesidades de las personas con discapacidad intelectual que quieren hacer videollamadas, están preocupados por la cocina y necesitan ayuda para gestionar asuntos médicos o su agenda diaria. "Peter te dice: 'Hoy tienes trabajo por la mañana, tienes que entrar a esta ahora, ya vas un poco tarde y por la tarde tienes fútbol, déjame que te ponga en un pantallazo cuáles son las cosas que tienes que llevarte hoy'".
Para que este proyecto sea una realidad, la Fundación trabaja con distintos 'partners' internacionales para localizar las mejores soluciones tecnológicas con el objetivo de integrarlas y ponerlas al servicio de las personas en una plataforma de código abierto. Han analizado distintos modelos de lenguaje natural, conscientes de la dificultad de que los sistemas puedan entender con claridad a las personas con discapacidad intelectual y esperan que los enormes avances tecnológicos y sus contactos con compañías tecnológicas de todo el mundo les permitan tener listo el primer piloto a finales de 2026 con 150 personas y 50 cuidadores.
PLANIFICACIÓN FINANCIERA
Otro de los aspectos que frenan el desarrollo vital independiente de las personas con síndrome de Down es el temor de las familias al futuro. "Queremos acompañar a las familias para que vayan anticipando qué necesidades tendrán estas personas con discapacidad", explicó Carlos Rivera.
"Trabajamos con bancos para justamente hacerles ver a las familias cuáles son las necesidades económicas que tendrán más adelante cuando eventualmente pues los padres no estén". Desde la Fundación también se da soporte a las familias para que planifiquen también la parte legal y fiscal, y en ese sentido ya trabajan con algunos colegios asesorando a los padres de los chicos que tienen en torno a 10 años y que probablemente por el aumento de la esperanza de vida puedan llegar a los 50, 60 o 70 años, para que realicen una planificación vital que ayude a las personas con discapacidad a ser más autónomas y a las familias a prevenir los posibles escenarios.
La vocación de la Fundación Álex Rivera es global y su ambición convertir el sueño de independencia de los jóvenes con discapacidad intelectual en una realidad.
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