MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, lamentó este miércoles en el Congreso que la oposición de derechas aborda el tema de la inmigración "con demasiada simpleza", en respuesta a las críticas expresadas por los diputados de Vox y del PP, Ignacio Gil y Sofía Acedo, respectivamente.
Lo hizo durante su comparecencia ante el pleno Para explicar la propuesta de la Comisión Europea de reglamento común de retorno, donde aseguró que, en lo que va de año, las entradas irregulares de migrantes en España han caído un 29%.
En su réplica, el ministro comparó esta cifra con el aumento del 2% en Italia, país al que "sus señorías de Vox suelen poner como ejemplo".
Ironizó sobre las exigencias de "proteger la frontera" y de "enviar a la Armada", porque "en el mar no hay fronteras". "No tiene ningún sentido que pidan proteger las fronteras cuando estamos hablando de las entradas de cayucos", afirmó. "Sí hay frontera terrestre, y en el aeropuerto". También "cuando un barco llega al puerto", prosiguió su razonamiento.
Pero "si se trata de cayucos, lo que debemos hacer es cumplir la ley internacional del mar". En este punto, Grande-Marlaska precisó que lo que la legislación internacional ordena es "rescatar a las personas que se hallan en peligro en el mar". Esto es lo que hacen salvamento marítimo y la Guardia civil, declaró.
Por su parte, el diputado de Sumar Enrique Santiago criticó "la política de externalización de fronteras de la Unión Europea" y "los acuerdos bilaterales con Estados que no respetan los derechos humanos".
El ministro le contestó que, efectivamente, "miramos con cautelas" la posibilidad de retornar migrantes en situación irregular a terceros países que la propuesta de reglamento contempla, "desde un punto de vista político y también jurídico".
En este sentido, cuestionó "las soluciones innovadoras" como el acuerdo de expulsión con Albania impulsado por el Ejecutivo italiano, cuyos jueces paralizaron y que logró "un retorno mínimo de migrantes".
EXPULSIONES
Por otro lado, el ministro subrayó que España es uno de los países de la Unión Europea con mejores tasas de ejecución en cuanto a las órdenes de expulsión.
Cuando hablan de que solo se expulsa "a uno de cada cinco, no sé si es cuestión de una mala interpretación o de ignorancia", declaró. "Miren a los países de nuestro entorno", dijo a los diputados.
Además, insistió en la necesidad de cooperar con los países de tránsito y de origen de la migración para reducir llegadas, y subrayó que la propuesta de reglamento contempla la posibilidad de reformar el sistema Frontex para alcanzar acuerdos de colaboración con dichos Estados.
Según informó, existen dos vías para frenar las llegadas de migrantes irregulares en las que España trabaja. "La primera es luchar contra la criminalidad organizada de las mafias", y la segunda, "colaborar con los Estados en su propio desarrollo".
"¿Ustedes se piensan que esto es cuestión de llenar un avión con 300 personas? ¿Dónde les llevamos? ¿Creen ustedes que los Estados africanos los van a aceptar así, sin más?", inquirió el ministro. Apuntó que, de hecho, entre el 15 y el 20% de Estados africanos como Senegal dependen de las remesas que inmigrantes irregulares envían.
"¿Acaso se creen ustedes que los van a aceptar sin contrapartidas? Entiéndanme. No estoy hablando de un chantaje", aclaró. "Me refiero a la necesidad de llegar a un compromiso para contribuir al desarrollo de esos países, cuyas condiciones económicas y sociales son mucho más desventajosas que las nuestras". "Es un 'win win' en el que ganamos todos".
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