MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
El ensayo divulgativo 'Pantallas, qué remedio' (Palabra) plantea "temas de reflexión" a padres y educadores para que se den cuenta con "pensamiento crítico" de los riesgos que conlleva el uso de las pantallas.
Más que "recetas mágicas", su autora, la periodista María Solano, propone el diálogo en familia para que sus miembros encuentren argumentos y soluciones para evitar el "solucionismo tecnológico", que es "hacer lo que hacíamos pero con el móvil", como es el caso del despertador, instante de "vulnerabilidad" que los creadores de contenidos aprovechan para robar tiempo a los usuarios y que, de paso, naveguen por las redes cuando programan la hora de levantarse del día siguiente.
"Los desarrolladores de contenido viven de nuestra atención, por eso nos ofrecen contenido gratuito, porque el producto es el consumidor. Ellos ganan dinero y nosotros estamos perdiendo tiempo", dijo a Servimedia la autora, aunque esos contenidos no sean perjudiciales.
La periodista, experta en temas de educación, también reclamó que la alfabetización digital se trabaje en un ámbito donde los menores pasan mucho tiempo, el educativo, donde también percibe que toma cada vez más presencia el "solucionismo".
"No tiene sentido sustituir el cuaderno, el libro y el boli por algo que está demostrado que funciona significativamente peor a la hora de adquirir conocimiento, porque se pierde conexión mano, ojo y cerebro. La digitalización nos ha venido bien en algunos momentos, como con la pandemia, pero pasado ese pico hace falta que los centros educativos hagan una reflexión muy sincera sobre cuál es la aportación a las competencias del uso de las tecnología", reclamó.
En este punto, puso el foco en los riesgos de legislar a favor de las tecnologías en el ámbito educativo porque puede ser dañino porque los padres hagan "dejación de funciones" en la parte de la educación de los hijos que les corresponde.
TATUAJES EN EL ALMA
'Pantallas, qué remedio' también dedica páginas a los "tatuajes" que los contenidos inadecuados de las tecnologías pueden dejar en los niños. En primer lugar hace reflexionar sobre que "el tiempo que pierden en internet los niños no lo dedican a otras cosas". Y, en segundo, que cuando ven "cosas malas", los menores van "normalizando" esas situaciones y les deja "tatuajes en el alma", como ocurre con "la romantización del dolor en las redes sociales", los trastornos de conducta alimentaria, la vigorexia, la depresión...
Pese a todo, indicó Solano, "hay que ser muy optimistas, tenemos motivos para la esperanza". "La solución está en nuestra mano, en las casas de cada familia. En la mesa compartida a la hora de cenar es donde se construye el pensamiento crítico para dilucidar lo correcto de lo incorrecto y donde se construye el clima de diálogo donde los menores pueden decir sinceramente lo que han visto y les ha perturbado y les podremos ayudar a entenderlo y podrán ser capaces de decir que no", concluyó.
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