MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de prisión permanente revisable impuesta a una mujer por asesinar a su hija de 4 años en Sant Joan Despí (Barcelona) en 2021, tras suministrarle fármacos y asfixiarla cuando se encontraban solas en su domicilio.
En una sentencia conocida este viernes, la Sala de lo Penal del Alto Tribunal desestima el recurso de casación interpuesto por la acusada contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que ratificó la condena de la Audiencia Provincial de Barcelona.
Los magistrados consideran probada la alevosía en el crimen, ya que la madre planificó la muerte de la menor suministrándole primero tranquilizantes como Alprazolam y Lorazepam, para después provocarle la muerte por asfixia cuando la niña estaba sedada.
La Sala destaca que el ataque se produjo contra "una niña de tan solo cuatro años que en ningún momento podía imaginar un ataque de esta naturaleza por parte de su madre, de quien dependía y a quien correspondía protegerla", anulando cualquier posibilidad de defensa.
PLANIFICACIÓN CRIMINAL
El Alto Tribunal rechaza que la acusada sufriera alguna patología mental, señalando que los hechos demuestran una clara planificación del crimen al aprovechar encontrarse a solas con la menor en el domicilio.
La sentencia establece que la pena de prisión permanente revisable es proporcional dada la gravedad de los hechos y las circunstancias agravantes, como la edad de la víctima, su vulnerabilidad y la relación materno-filial.
Los magistrados descartan aplicar la atenuante de confesión solicitada por la defensa, ya que la acusada solo reconoció los hechos cuando fue inevitable, tras hallarse el cadáver y mientras se recuperaba en el hospital.
INDEMNIZACIONES MILLONARIAS
El tribunal mantiene las indemnizaciones fijadas por la Audiencia de Barcelona, que establecen el pago de 250.000 euros al padre de la menor y 150.000 euros a los abuelos como compensación por los daños morales causados.
La Sala subraya que la acusada "se limitó a aceptar lo evidente, reconociendo lo obvio, o anticipando lo inmediatamente inevitable" cuando ya había sido descubierto el crimen, por lo que no cabe apreciar una confesión voluntaria.
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