MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
El Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCF) revindica que el farmacéutico puede ayudar a los pacientes diagnosticados de enfermedades inflamatorias intestinales "a comprender mejor esa dolencia, optimizar el uso de los medicamentos y recomendarles hábitos saludables".
Así lo subraya el Consejo con motivo del Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (19 de mayo), jornada para la que este organismo ha dedicado un Punto Farmacológico a la enfermedad de Crohn, en el que repasa la innovación terapéutica, los aspectos clínicos y epidemiología, así como el papel del farmacéutico.
Se trata de una publicación en la que muestra "cómo el abordaje farmacológico de la enfermedad de Crohn está experimentando una transformación significativa, impulsada por avances en la comprensión de los mecanismos fisiopatológicos subyacentes a esta enfermedad".
En este sentido, el Consejo sostiene que las terapias biológicas, especialmente los anticuerpos monoclonales, han transformado significativamente el tratamiento de la patología en los últimos años y se están desarrollando tratamientos que actúan sobre vías inmunitarias específicas con el objetivo de ofrecer opciones más eficaces y seguras.
La enfermedad de Crohn, junto con la colitis ulcerosa, constituye el grupo de enfermedades inflamatorias intestinales y su impacto en la calidad de vida de las personas que las sufren es enorme. La fisiopatología de la enfermedad de Crohn involucra una interacción compleja entre factores genéticos, inmunológicos, ambientales y microbiológicos, lo que hace que se presente como una entidad compleja que requiere un abordaje multidisciplinar.
Aunque la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa tienen en común aspectos epidemiológicos, clínicos, endoscópicos, radiológicos y patológicos, muestran importantes diferencias. "Así, mientras que la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del tracto gastrointestinal con inflamación transmural y áreas discontinuas ('skip lesions'), la colitis ulcerosa se limita al colon y al recto, con inflamación continua que afecta solo a la mucosa y a la submucosa", concretaron los farmacéuticos.
En cuanto a los síntomas, la colitis ulcerosa se asocia más frecuentemente con diarrea sanguinolenta, mientras que la enfermedad de Crohn puede presentarse con dolor abdominal y pérdida de peso sin sangrado evidente.
Las complicaciones también difieren. De hecho, las fístulas y estenosis son típicas del Crohn; en cambio, la colitis ulcerosa conlleva un riesgo ligeramente mayor de cáncer colorrectal tras periodos prolongados –de años– de inflamación crónica.
|