MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
CCOO y UGT exigieron este viernes al Gobierno que adopte las medidas necesarias para impedir la OPA hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell, una operación sobre la que sentenciaron que es rechazada por el conjunto de la sociedad y que amenaza con concentrar, aún más, el "poder bancario, debilitar la competencia, destruir empleo, encarecer el crédito y agravar la exclusión financiera".
Los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, respectivamente, junto con las Federaciones sectoriales de Banca —FESMC-UGT y la Federación de Servicios de CCOO— presentaron este viernes un escrito dirigido al titular del Ministerio de Economía, Carlos Cuerpo, en el que trasladaron formalmente su oposición frontal a la OPA hostil lanzada por BBVA sobre el Banco Sabadell.
La misiva coincide con la última jornada de la consulta pública abierta por el Ejecutivo para escuchar a la sociedad civil antes de tomar una decisión definitiva, que llegaría después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) autorizara la operación, aunque con condiciones.
Tanto el escrito que ambos sindicatos dirigieron al ministro, como en el análisis elaborado por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), que los sindicatos adjuntaron a su petición, reflejan lo que ambas organizaciones vienen denunciando: "La operación no se justifica por razones de eficiencia ni competitividad, y por el contrario supondría un grave perjuicio para el conjunto de la sociedad".
Según CCOO y UGT, las experiencias recientes en España, así como la literatura económica internacional, muestran que las fusiones bancarias provocan sistemáticamente "pérdida masiva" de empleo pues, en este caso, entre 7.684 y 10.567 empleos directos podrían desaparecer, afectando especialmente a personas mayores de 50 años.
Además, avisaron del cierre de oficinas (entre 589 y 883), así como la reducción del crédito, especialmente a las pymes, mientras se ahondará en el proceso de pérdida de competencia en el sector.
"Desde una perspectiva territorial, esta operación socavaría la cohesión social y económica, debilitando el tejido productivo en comunidades especialmente expuestas. La eliminación de un operador clave como el Banco Sabadell en regiones donde tiene una fuerte implantación (Cataluña, País Valenciano, Asturias o Murcia) representa una amenaza directa a la pluralidad del sistema bancario y a su capacidad para servir a la economía real", añadieron los dos sindicatos.
Además, advirtieron de la "irresponsabilidad empresarial que supone destinar miles de millones de euros a mejorar la remuneración del accionariado o a sobrepujar la oferta, en lugar de reforzar el capital y prepararse para los riesgos de un contexto económico internacional incierto". "Ni las personas trabajadoras, ni las empresas, ni los territorios necesitan más concentración bancaria. Lo que necesitan es una banca comprometida con la economía productiva, el empleo y el desarrollo equitativo", apostillaron.
|