MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
Los ancestros del lince ibérico ocupaban cuevas en busca de lugares seguros para criar a sus cachorros hace unos 50.000 años, durante el Pleistoceno, según un estudio de un equipo de científicos españoles.
El estudio fue liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y contó con la participación de investigadores de las universidades de Burgos y de Barcelona, y la colaboración de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y el Museo de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC).
El trabajo, publicado en la revista 'Scientific Reports', aporta datos relevantes sobre la ecología reproductiva y la estructura de población del lince ibérico ('Lynx pardinus'), una de las especies más icónicas de la actual fauna ibérica, durante el Pleistoceno superior.
El estudio, supervisado por Nuria García, catedrática de la Facultad de Ciencias Geológicas de la UCM y miembro del Grupo Complutense de Ecosistemas Cuaternarios, propone una metodología pionera para estimar la edad de muerte en individuos de lince ibérico e integra datos sobre desarrollo biológico obtenidos a través de técnicas radiográficas.
Los resultados ofrecen un sistema de clasificación de edad, que abarca desde neonatos hasta adultos y que permite a los investigadores no solo determinar la edad de muerte, sino que abre una ventana al pasado para conocer cómo era el comportamiento de nuestros linces en el pasado.
DOS YACIMIENTOS
Para este estudio se recolectó y analizó una muestra completa de linces modernos y se aplicó a dos yacimientos de la provincia de Barcelona: Terrasses de la Riera dels Canyars (Gavà) y Cova del Gegant (Sitges).
Según Israel Jiménez, becario predoctoral del Grupo Complutense de Ecosistemas Cuaternarios y primer autor del artículo, los resultados revelan destacadas diferencias entre las dos asociaciones fósiles.
Los individuos representados en el primer depósito abarcan toda la etapa de desarrollo juvenil, como se observa en las poblaciones actuales. Este es el resultado de un proceso de crianza continua en la zona del yacimiento.
Sin embargo, en el otro depósito dominan las crías recién nacidas, lo que sugiere que la cueva fue usada exclusivamente como un refugio para criar a los cachorros.
Estos resultados son relevantes cuando se comparan con poblaciones de linces modernas. En la actualidad, el lince ibérico habita principalmente en zonas de matorral mediterráneo en el sur de España y Portugal.
En áreas como el Parque Nacional de Doñana, donde no existen cuevas, las hembras seleccionan huecos en los árboles o densos arbustos para criar a sus cachorros (cubiles).
El registro fósil, confirma que, durante el Pleistoceno, y en concreto el último tramo de hace unos 50.000 años, esta especie se encontraba adaptada para habitar áreas rocosas, como el Macizo del Garraf, usando cavidades como refugios para sus crías. Esta plasticidad ecológica demuestra la capacidad del lince ibérico para adaptar sus estrategias reproductivas.
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