MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, anunció este jueves que su departamento regulará la calidad de las comidas en los hospitales y las residencias de personas mayores, como ya hizo recientemente con los comedores escolares.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado abril un real decreto que garantiza cinco comidas saludables a la semana en los colegios y prohíbe las bebidas azucaradas y energéticas y la bollería industrial en los centros educativos y limita los alimentos precocinados.
Bustinduy comentó, en declaraciones a La Sexta recogidas por Servimedia, que ese real decreto supuso "un gran paso" que fue recibido "de una manera muy positiva" porque garantiza que "el derecho a la alimentación no dependa de la renta de las familias o del código postal en el que se viva".
"Nada más aprobarlo, recibimos muchas demandas a un clamor social para decir: ¿Qué pasa con otros espacios donde también el derecho a una alimentación saludable y nutritiva no se está respetando? Específicamente, hospitales y residencias", añadió.
Por ello, avanzó que el Gobierno establecerá "unas guías mínimas" para garantizar que en hospitales y residencias de personas mayores también haya "una alimentación digna, nutritiva y saludable".
Consumo inicia así un proceso con el que escuchará a dietistas, nutricionistas y comunidades autónomas, y Bustinduy manifestó que el nuevo real decreto estará aproado "cuanto antes" después de que el de los comedores escolares fuera "muy bien recibido" por las familias.
"Todo el mundo ha podido vivir, si ha estado convaleciente en un hospital o ha estado acompañando a una persona que lo ha estado, que es un poco contradictoria esta sensación de que estamos en el hospital para recuperarnos y nos dan toda una serie de indicaciones y consejos, y luego la alimentación que recibimos en ese mismo hospital contradice en ocasiones abiertamente los consejos que nos están dando", comentó.
Bustinduy subrayó que esta situación en las residencias de mayores es "bastante flagrante" y apuntó que en algunos casos ha habido "denuncias incluso de comida que estaba podrida, que no cumple con los mínimos estándares de dignidad que se merecen todas las personas dependientes en nuestro país".
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