MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
La crisis del Covid-19 ha provocado que las energías renovables sean más rentables que nunca gracias a que la pandemia ha golpeado a la industria de los combustibles fósiles, lo que brinda la oportunidad de priorizar las energías limpias en los paquetes de recuperación económica y acercar al mundo a cumplir los objetivos climáticos del Acuerdo de París.
Así se recoge en el decimocuarto informe anual 'Tendencias mundiales de inversión en energía renovable', del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), el Centro de Colaboración Escuela de Finanzas y Administración de Fráncfort-Pnuma para la Financiación del Clima y la Energía Sostenible, y la firma londinense BloombergNEF.
El informe muestra que el coste de instalar energía renovable ha alcanzado nuevos mínimos, lo que favorece las inversiones futuras. La capacidad de energía renovable, excluyendo grandes presas hidroeléctricas de más de 50 megavatios (MW), creció en 184 gigavatios (GW) durante 2019, un 12% más que el año anterior.
Sin embargo, la inversión creció sólo un 1% más que en 2018, hasta 282.200 millones de dólares (247.400 millones de euros). Es decir, que costó casi lo mismo instalar más capacidad de energía limpia.
El coste total o nivelado de la electricidad continúa disminuyendo para la energía eólica y solar, gracias a las mejoras tecnológicas, las economías de escala y la feroz competencia en las subastas. El precio de la electricidad en las nuevas plantas solares fotovoltaicas durante el segundo semestre de 2019 fue un 83% más bajo que una década antes.
La proporción de electricidad procedente de fuentes renovables, excluyendo las grandes centrales hidroeléctricas, subió al 13,4% el año pasado, en comparación con un 12,4% de 2018 y un 5,9% de 2009, lo que significa que las plantas de energía limpia impidieron en 2019 la emisión de 2,1 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
COMPROMISOS A 2030
Por otro lado, el informe indica que los países han comprometido 826 GW de nueva capacidad de energía renovable no hidroeléctrica para la próxima década, con un coste probable de alrededor de un billón de dólares (casi 900.000 millones de euros) en 2030. Un GW equivale a la capacidad de un reactor nuclear, suficiente energía para alimentar 110 millones de lámparas LED.
Allanar el camino para limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2ºC respecto a la era preindustrial (objetivo principal del Acuerdo de París) requeriría 3.000 GW adicionales para 2030, si bien la cantidad exacta depende de la combinación de tecnología elegida.
Las inversiones planificadas también están muy por debajo de los 2,7 billones de dólares (casi 2,4 billones de euros) comprometidos para energías renovables hasta el final de la próxima década.
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