
La Fundación Triángulo ha pedido "unir fuerzas" a través de un manifiesto por la diversidad y los derechos humanos frente al "avance del odio".
En concreto, con el documento busca "unir voces desde los movimientos sociales para hacer frente a los discursos de odio con una mirada interseccional y comprometida". La adhesión al manifiesto estará abierta hasta este viernes 8 de agosto.
El manifiesto forma parte del proyecto 'La diversidad construye ciudadanía: ODS para no dejar a nadie atrás', financiado por la AECID, y nace como respuesta "a un contexto cada vez más marcado por el avance de discursos que promueven la exclusión, el miedo y la desinformación". "Ante ello, creemos que es más necesario que nunca unir fuerzas desde la pluralidad y el compromiso compartido", apunta la Fundación.
En el texto, la entidad hace referencia a las "políticas abiertamente represivas" contra las personas LGTBI+ impulsadas por los gobiernos de Hungría y Rusia. Además, destaca que en Estados Unidos "proliferan leyes que restringen derechos básicos, especialmente para personas trans, al mismo tiempo que se intensifican las políticas de criminalización y detención de personas migrantes, con impactos devastadores sobre comunidades racializadas".
En este sentido, denuncia que en América Latina, África y Europa, se observa "un repunte de narrativas ultraconservadoras que criminalizan la diversidad, promueven el miedo y desmantelan conquistas sociales". Así, añade que esta "ofensiva ideológica" tiene eco también en el Estado español, donde lamenta que los discursos de odio se han "normalizado" en medios de comunicación, instituciones y redes sociales, "erosionando el tejido democrático".
"Ante esta situación, quienes formamos parte de movimientos sociales no podemos permanecer en silencio. Porque sabemos que el odio no es solo un problema individual: es una amenaza colectiva que atenta contra la democracia, la convivencia y la justicia social", subraya.
En esta línea, expone la "necesidad urgente" de incorporar la interseccionalidad como "eje fundamental" de prácticas y discursos. "Entendemos que ninguna lucha es aislada y que las violencias no actúan por separado. Solo desde una mirada que reconozca las múltiples formas de opresión, por orientación sexual, identidad de género, origen, clase, edad, diversidad funcional... podremos construir movimientos verdaderamente transformadores", explica.
Además, la Fundación se compromete en el manifiesto a construir espacios "donde nadie tenga que dejar fuera partes de su identidad para ser aceptada".
También rechaza los discursos de odio y se compromete a enfrentarlos "desde la solidaridad, la acción colectiva y el trabajo en red". "Nos unimos para proteger la diversidad, defender los Derechos Humanos de todas las personas y fortalecer el tejido social que da sentido a nuestras luchas, porque una ciudadanía comprometida solo puede construirse desde el reconocimiento pleno de todas las identidades y todas las vidas", concluye.
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