
El humo no sólo ha oscurecido el cielo del municipio abulense de El Arenal o el de Mombeltrán, también ha nublado la tranquilidad de valle, al sur de la provincia de Ávila, que, una vez más, ha tenido que mirar de frente al fuego que prendió el pasado lunes en Cuevas del Valle.
Las llamas, que comenzaron la noche del lunes 28 de julio en este municipio de Ávila, se extendieron rápidamente por la sierra del Barranco de las Cinco Villas, al sur de la provincia, y ha dejado a su paso miedo, impotencia y una única certeza, "el pueblo salva al pueblo".
"La noche anterior fue un infierno", ha recordado Salomé, vecina de El Arenal, unas palabras que se repiten entre quienes han vivido el incendio de cerca junto a las de "cansancio, tensión, angustia".
Sin embargo, también lo ha sido el compromiso de todos los vecinos de la zona afectada por un incendio que se ha visto complicado por los fuertes vientos cambiantes. "Aquí la gente se ha volcado. Hubo muchísimos voluntarios ayudando a las brigadas, colaborando en lo que se podía", han aseverado los vecinos.
CONFINAMIENTO
Para muchos habitantes, el confinamiento que se impuso en Mombletrán y en El Arenal no ha sido sólo una medida de seguridad, "sino una forma de proteger lo que más quieren" y una forma de "poder ayudar".
Lucía, voluntaria, y su madre Esperanza, de Protección Civil, lo explican con claridad: "Había mucho humo, y se pidió a través de un bando que las personas mayores y quienes no tuvieran que salir se quedaran en casa, era lo mejor".
LA HISTORIA SE REPITE
El incendio ha removido una herida antigua ya que el 28 de julio de 2009, El Arenal ya vivió un fuego similar y 16 años después, el miedo ha vuelto a esta zona. "No creo en las casualidades, justo el mismo día, es inevitable pensar que fue provocado. El infierno ha sido peor que entonces", ha confesado Lucía.
María Luisa y Sonia, dos vecinas de que residen Madrid pero que han crecido en el municipio, también lo recuerdan con incredulidad. "El mismo día que nació mi hijo, hace 16 años, ya hubo un incendio. Nosotros no vivimos aquí, pero somos de El Arenal de toda la vida. Esto nos ha roto el corazón".
UN PUEBLO UNIDO
En medio de este suceso, estos municipios se han mantenido unidos. "Esto es un 'hoy por mí, mañana por ti'", ha asegurado Salomé con orgullo, quien ha reconocido que El Arenal siempre "se ha caracterizado por su generosidad, y ahora ha recibido esa misma entrega de vuelta".
Sin embargo, la noche del martes fue lo más difícil para los vecinos. "Esa noche, a las cuatro de la mañana, no la vamos a olvidar", ha recordado Sonia.
El fuego ha dejado muchas cicatrices, entre ellas, el fallecimiento en un accidente de tráfico de un brigadista cuando se desplazaba con su coche para sumarse al dispositivo contra incendios. "Ha sido tristísimo, se suma a todo este dolor", ha lamentado Maria Luisa.
La "esperanza" de poder controlar el fuego ya está presente en el dispositivo que lleva cuatro días luchando contra las llamas, pero en El Arenal y Mombeltrán siguen ardiendo en emociones, el agradecimiento a quienes lo están dando todo para acabar con esta pesadilla y las lágrimas por un incendio devastador, pero el espíritu de la gente de este valle "sigue intacto".
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