Lanzan una guía que recoge recomendaciones para garantizar su accesibilidad y aplicar la Norma ISO 21902 de Turismo accesible
UN Tourism, UNE y Fundación ONCE han elaborado una guía que recoge recomendaciones en el sector del transporte para garantizar su accesibilidad, entre las que destaca organizar servicios de asistencia personal para pasajeros con discapacidad y asistir a los usuarios teniendo en cuenta sus necesidades, las normas de seguridad y las características del servicio. El documento titulado 'Recomendaciones para los principales actores del sector del transporte', señala las actuaciones sobre cómo aplicar la Norma ISO 21902 de Turismo accesible e incluye acciones en once ámbitos que parten del diagnóstico de la accesibilidad y concluyen con la propuesta de mejoras. Según los impulsores de este iniciativa, el turismo "ha de ser inclusivo y tener en cuenta a todas las personas". "Los empresarios que aplican el diseño para todas las personas ofrecen servicios de calidad que los posicionan mejor en el mercado al atender las necesidades de un número mayor de viajeros", sostiene el texto. El documento, al que ha tenido acceso Europa Press, propone recopilar información sobre el volumen del mercado de transporte accesible y sus usuarios; analizar el nivel de accesibilidad de las infraestructuras y empresas similares antes de establecer prioridades de accesibilidad; y decidir qué entornos y servicios deben priorizarse. Asimismo, recomienda garantizar que los directivos y todo el personal estén capacitados para comprender los requisitos de accesibilidad individuales de los pasajeros; concienciar, basándose en datos, sobre los requisitos legales y las ventajas sociales y económicas de lograr que el transporte sea accesible; abordar, en primer lugar, las "actitudes discriminatorias o prejuicios".
ELIMINACIÓN DE TODO TIPO DE BARRERAS
Involucrar a profesionales multidisciplinares competentes y a organizaciones de personas con discapacidad en la eliminación de todo tipo de barreras y aplicar los principios del diseño universal en todos los procedimientos de construcción, renovación y contratación son otras de las medidas que incluye la guía. En el apartado dedicado a las zonas comunes, los autores instan a crear una experiencia "integral y digna" para los pasajeros que utilicen cualquier tipo de transporte, a lo largo de todo el trayecto; aplicar acuerdos sobre la interoperabilidad de los distintos modos de transporte para mejorar la accesibilidad; y diseñar soluciones con los usuarios finales, los proveedores de servicios y los destinos. Respecto al transporte terrestre, aconsejan eliminar las diferencias de altura y los espacios huecos entre vehículo y andén o plataforma de acceso; utilizar rampas, elevadores portátiles, plataformas y señalización de seguridad, como alternativas; señalizar los riesgos de tropiezos, con superficies táctiles; o proporcionar paradas con plataformas cubiertas, fáciles de acceder, claramente señalizadas y protegidas de las condiciones climáticas adversas, entre otras. En el caso del transporte aéreo se recomienda instruir a los pasajeros para que soliciten asistencia lo antes posible, empezando desde el proceso de reserva; y solicitar información sobre las especificaciones de los dispositivos de movilidad personal, como el peso, el tamaño y el tipo de batería, para garantizar la planificación y seguridad del vuelo, así como los protocolos de transporte, incluidos los exigidos para mercancías peligrosas. Instalar pasarelas, rampas y muelles; minimizar las diferencias de altura o distancia entre los muelles y las embarcaciones; desarrollar protocolos de accesibilidad para el embarque y desembarque de pasajeros; colaborar con los puertos y los agentes locales organizando excursiones en tierra para garantizar que sus servicios atienden a pasajeros con discapacidad; y asegurar la disponibilidad de autocares accesibles para las excursiones desde los puertos, que puedan ser utilizados tanto por pasajeros con discapacidad como sin ella son medidas recomendadas para el transporte marítimo y fluvial. Además, los impulsores destacan la necesidad de facilitar contenidos en páginas web accesibles y hacer uso de las tecnologías que permiten el acceso de todos a la información (incorporar elementos multimedia, táctiles e interactivos, canales digitales, con lectura fácil, texto y contraste, etcétera). También señalan como fundamental la gestión de la seguridad, con planes de emergencia y evacuación que tengan en cuenta a todas las personas. Por último, incorporan un apartado que se refiere a 'feedback' y mejoras en el que recomiendan involucrar a los usuarios con discapacidad para comprobar el uso y aportar sus comentarios sobre las intervenciones de accesibilidad.
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