
El abogado de las monjas cismáticas de Belorado, Florentino Aláez, ha defendido este martes, 29 de julio, el derecho que tienen las exreligiosas de "separase de la Iglesia y mantenerse en el convento".
Así lo ha expresado en el marco del juicio por desahucio de las monjas cismáticas de Belorado, que se ha celebrado en el Juzgado de Briviesca, donde el abogado ha precisado que "todo depende del derecho de separación" de la Iglesia y de cualquier confesión, ya "sean personas físicas o jurídicas".
En su alegato, ha concluido que, por diferentes doctrinas, las personas jurídicas también "gozan de libertad religiosa" y pueden, en función de este derecho, "separarse de la Iglesia". En este sentido, ha recordado que el monasterio es una persona jurídica y ha razonado que si las personas jurídicas "pueden separarse, el convento en su conjunto, también", y ha asegurado que "el decreto de excomunión" de la Iglesia reconoce que es todo el convento "el que se separa".
Asimismo, Aláez ha recordado que la abadesa actuó "en nombre de la comunidad y tiene poder de representación" y ha reiterado la validez del acuerdo de transformación del monasterio del ámbito canónico a asociación, tal y como realizaron las exreligiosas.
En este contexto, ha subrayado que en el juicio debe tenerse en cuenta en todos los casos la representación procesal de la asociación civil, "ya que ha sido admitido en todos los procedimientos".
A esta circunstancia se une "la ineficacia del nombramiento de Mario Iceta" como representante legal del monasterio porque si el monasterio tiene derecho a convertirse en asociación, "todos sus bienes y derechos pasan a la asociación y por tanto el nombramiento del comisario pontificio es ineficaz", ha apostillado.
En el juicio de este martes, no ha comparecido, precisamente, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y en su lugar se ha comisionado uno de los letrados del Arzobispado, Rodrigo Saiz, quien ha defendido que las exmonjas decidieron "voluntariamente abandonar la Iglesia Católica y la congregación".
Lo que despué, el arzobispo de Burgos confirmó es el propio abandono de las cismáticas, a través de un decreto de excomunión, el 22 de junio de 2024, ha recordado, para sostener así que las exreligiosas ejercieron en el derecho de libertad religiosa, con su "manifiesto cismático", y "pierden por ello, la condición de monjas de la comunidad", lo que supone, asimismo, que dejaron de pertenecer a la persona jurídica del monasterio.
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