
El gerente de Augas de Galicia, Gonzalo Mosqueira, y el subdirector xeral de Explotacións Agrarias de la Consellería do Medio Rural, Nicasio Mejuto, han participado este viernes por videoconferencia en el Grupo de trabajo de presiones e impactos en materia de nitratos, en la que han pedido al Gobierno central que fije criterios claros para la declaración de zonas vulnerables que tengan en cuenta las "peculiaridades" de las distintas comunidades autónomas.
En una nota de prensa, la Administración autonómica ha señalado que considera "vital" que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico concluya el estudio de presiones e impactos por nitratos con la información aportada por los gobiernos autonómicos y establezca umbrales para fijar las áreas consideradas vulnerables por presencia de nitratos de origen agrario.
En esta línea, ha defendido la posibilidad de establecer criterios como los que marca la directiva comunitaria en los programas de acción, de 170 kilos de nitrógeno por hectárea.
El Ejecutivo gallego ha sostenido ante la Administración central y el resto de comunidades que es fundamental determinar si la presencia de nitratos se debe a causas naturales o a actividades como la agricultura y la ganadería y corregir errores como los que, ha señalado, "había en el último estudio del Ministerio", en el que "había ejemplos de zonas de la demarcación hidrográfica Galicia-Costa que se definían como contaminadas a pesar de que no existen certezas de que el origen de esta contaminación no proceda de otras fuentes como pueden ser los núcleos urbanos o polígonos industriales próximos".
En cuanto a las peculiaridades de las comunidades autónomas, los representantes de Augas de Galicia y de la Consellería do Medio Rural han recordado que es importante tener en cuenta cuestiones como que en las rías gallegas --en las aguas de transición y costeras-- "hay un enriquecimiento natural de nitratos, por lo que no se pueden considerar aguas afectadas por contaminación por nitratos".
ACUÍFEROS
Además, han subrayado en las aguas subterráneas de la demarcación hidrográfica Galicia-Costa, a diferencia de otras partes de España, no hay acuíferos, por lo que el establecimiento del ámbito de espacios afectados por nitratos "se tiene que realizar con otra metodología, para que esa declaración sea acorde con la realidad existente".
En esta línea, los representantes de la Xunta han defendido la necesidad de actuar con el máximo rigor en la definición de las zonas vulnerables para no perjudicar a un sector tan importante para Galicia como es el agroganadero.
De hecho, el trabajo realizado en este ámbito hasta el momento por los técnicos de Augas de Galicia y de la Consellería do Medio Rural muestra que en algunas áreas que el Ministerio considera afectadas se puede descartar que la situación tenga origen agrario y en otras incluso se constata que no hay explotaciones ni actividad ganadera en el entorno.
Así, Galicia defiende la necesidad de acotar al máximo las zonas que se declaren vulnerables y que esa catalogación se haga tras una evaluación exhaustiva de todos los parámetros que pueden influir en la contaminación por nitratos.
RECUPERACIÓN SERRA DO XURÉS
Por otra parte, la Consellería do Medio Ambiente e Cambio Climático ha trasladado que en los últimos años ha apoyado con más de 130.000 euros distintas actuaciones en el entorno del río Mao, dentro del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, que contribuyeron a recuperar parte de los espacios afectados por los incendios registrados en octubre de 2017.
Este viernes, la conselleira, Ángeles Vázquez, ha realizado un recorrido por la Ruta das Olas do Mao en la que ha comprobado algunas de las intervenciones impulsadas por la comunidad de montes de Puxedo, Guende y A Cela entre los años 2018 y 2025 con una inversión total de cerca de 160.000 euros.
Con ellas, ha detallado la Xunta, se restauraron casi 30 hectáreas de superficie afectadas por los incendios y se plantaron más de 1.500 ejemplares de especies autóctonas de ribera (alisos, fresnos y abedules) para la creación de corredores verdes alrededor de los canales fluviales.
Los proyectos desarrollados, al amparo de las aportaciones que convoca cada dos años el Ejecutivo gallego para actuar en los parques naturales y en las reservas de la biosfera, también permitieron rehabilitar cuatro molinos de agua que estaban en ruinas, construir un mirador, un puente y un aparcamiento disuasorio para minimizar el impacto de los visitantes sobre los ecosistemas.
Por otro lado, se creó esta senda de 6,7 kilómetros en el entorno del río para su uso y disfrute tanto de los vecinos como de los visitantes "en una apuesta por el ecoturismo en la que es uno de los parajes de más belleza del parque natural".
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