 El exdirectivo de Acciona dice que se alió con Servinabar porque era "condición necesaria" para captar obra
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Joseba Antxón Alonso, administrador único de Servinabar y persona cercana al ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán, ha negado este lunes ante el magistrado del 'caso Koldo' en el Tribunal Supremo el pago de mordidas a cambio de obra pública, ha desvinculado al propio Cerdán de dicha empresa y ha reconocido que realizó pagos al exasesor ministerial Koldo García por su intermediación como comisionista de proyectos de construcción privados anteriores a 2017.
Fuentes jurídicas han confirmado a Europa Press que, en su declaración como investigado, Alonso --que solo ha contestado a preguntas de su abogado-- ha defendido que él siempre ha sido socio único de Servinabar. Así, ha quitado validez al contrato privado de compraventa hallado por la Guardia Civil donde consta que Cerdán adquirió por 6.000 euros 1.350 participaciones (45%) de esa empresa, que se hizo con obras del Gobierno navarro por más de 75 millones de euros.
Según Alonso, ese contrato fue una suerte de borrador que se elaboró en 2015, cuando Cerdán se planteó dejar la política por los malos resultados cosechados por el PSOE en Navarra. Ambos realizaron ese documento estableciendo las que serían las condiciones, pero ese papel nunca llegó a tener validez porque el socialista decidió continuar en política, ha relatado.
El empresario ha afirmado que no fueron juntos al notario, que Cerdán no le pagó los 6.000 euros para adquirir las participaciones y que el propio exdiputado rompió su copia del contrato. Alonso lo guardó, según ha apuntado, como también almacena otros documentos de más de 20 años de antigüedad.
Su versión viene a respaldar la ofrecida por Cerdán, que ante el TS dijo que conocía ese contrato, al tiempo que descartó que fuera valido porque no se llegó a elevar a escritura pública. "Firmamos", admitió pero "durante el fin de semana", lo habló con su mujer y le dijo que no abandonara la política y que, si lo hacía, regresara a su trabajo como técnico de mantenimiento: "Te vienes aquí al pueblo". Tras ello, ordenó a Antxón que "rompiera el documento".
COMPARTIERON PISO EN MADRID
Su relación, según ha detallado Alonso, también hizo que ambos llegasen a compartir piso en Madrid. El empresario alquiló una vivienda para tratar los numerosos negocios que tenía en la capital, y cuando Cerdán le dijo que iba a desplazarse a Madrid, le ofreció alojarse con él en lo que ha definido como una vivienda modesta.
Servinabar, según habría apuntado Alonso, llegó a optar a 20 adjudicaciones, logrando únicamente cinco contratos, a los que se presentaron junto a Acciona. El empresario ha defendido que decidieron acudir en UTE (Unión Temporal de Empresas) a petición de la propia Acciona, y que esa fórmula --la de combinar una compañía grande con una local-- es muy utilizada.
Alonso ha defendido la legalidad de esas cinco obras, entre las que se incluían las del Navarra Arena, el Archivo de Navarra o 62 viviendas de protección oficial en un barrio de Pamplona, enfatizando que todas han sido auditadas.
Según las fuentes consultadas, el empresario ha criticado que se sitúe uno de los proyectos realizados por Servinabar como el origen de la presunta trama de mordidas por contratos de obra pública. Y es que, ha aseverado, ninguna de las obras que se realizaron en UTE con Acciona están bajo la lupa de la UCO.
Alonso también habría reconocido que Servinabar realizó una donación a Fiadelso, la fundación vinculada al exministro de Transportes José Luis Ábalos. Sin embargo, ha dejado claro que se realizó por motivos fiscales, para desgravar, como otras donaciones que ha mencionado a equipos de fútbol y rugby y a Save The Children.
Asimismo, se le ha preguntado si realizó pagos a Koldo García, el que fuera asesor ministerial de Ábalos. Alonso ha explicado que Koldo actuó para él como comisionista, trabajando como autónomo y consiguiendo obras privadas entre 2015 y 2016 para Servinabar, una labor por la que percibía una retribución mensual.
ACUDIÓ A CERDÁN COMO AGENTE SOCIAL
Por su parte, el exdirectivo de Acciona Fernando Merino, que también ha declarado este lunes ante el TS como imputado, contestando a su abogado, al fiscal y al juez, ha negado igualmente haber pagado mordidas por obra pública.
Merino ha precisado que fue delegado de Acciona en Navarra, con funciones que ha definido de carácter técnico y algunas económicas, entre 2014 y 2019, periodo en el que conoció al propio Alonso, Koldo y Cerdán.
Según fuentes jurídicas, ha contado que a Cerdán lo conoció en la ronda presentaciones con los agentes sociales que hizo al llegar a Navarra. Al ex dirigente socialista, lo incluyó porque formaba parte de la oposición local. Sin embargo, ha sostenido que sus contactos fueron limitados. Tomaron algún pintxo alguna vez pero no cenaron, ha especificado.
Tanto el juez como el fiscal han querido saber por qué una compañía grande, como la suya, formó UTE con Servinabar, a la que la Unidad Central Operativa (UCO) describe como pequeña y sin experiencia en el sector de la construcción.
Merino ha explicado que el 'modus operandi' era aliarse con empresas locales porque de otra manera era difícil, para compañías de corte nacional, conseguir obras en País Vasco y Navarra. "Era condición necesaria", ha afirmado.
Se ha referido al primer proyecto conjunto, que lograron en 2015 para la Mina Muga, una obra privada impulsada por Geoalcali. El ex directivo ha contado que Servinabar ya venía ofreciendo servicios auxiliares --suministro de EPIs o lavandería-- en esa obra y que por eso les pareció lógico hacer UTE con ella.
Aunque ha dicho que conoció a Antxon en 2014 porque éste fue a su oficina y se presentó, así como que Acciona ya había trabajado con Servinabar en el estudio de una obra, ha puntualizado que su verdadera colaboración empezó con Mina Muga. No obstante, ha aclarado que la UTE la había cerrado su superior jerárquico.
PAGOS A KOLDO POR COMIDAS EN EL 'FRANKLY'
Respecto a Koldo, también ha situado el inicio de sus contactos en la obra minera. Según ha declarado, éste trabajaba ya para Geoalcali, haciendo pequeñas tareas como guiar a los camiones, ayudar en las catas del terreno o hablar con los dueños de la parcela. Todo, ha comentado, porque conocía a los propietarios y la finca. García, ha justificado, formaría parte de un equipo multidisciplinar.
Merino ha subrayado que Acciona no le pagó por esos trabajos, sino Geoalcali. En cambio, sí ha reconocido que Acciona pagó facturas de Koldo emitidas por el Bar Frankly, algo en lo que la UCO ve un mecanismo de blanqueo de capitales.
En este punto, ha defendido que eran facturas reales por comidas, detallando que el bar tenía un pequeño reservado donde se hacían reuniones con Geoalcali y otros proveedores. Koldo, ha subrayado, tenía autorización para celebrar allí encuentros por trabajo.
Sobre los nombramientos para Transportes y Medio Ambiente que le remitió Koldo, lo ha achacado a un error, asegurando que no era lo normal porque Acciona tenía otros departamentos para tratar directamente con ministerios.
Al ser preguntado por qué envió a Koldo una imagen con el resultado de las ofertas para una obra en Extremadura, si era delegado en Navarra, ha contestado que, aunque excedía de sus competencias, se la mandó porque le llegaban todas pero sin intención ninguna.
Sí ha admitido que puso en contacto a sus cuñados --Antonio y Daniel Fernández Menéndez, de OPR-- con Koldo para facilitarles el acceso a Transportes. Por la misma razón, ha relatado, preguntó a García por un expediente de una obra adjudicada a OPR que estaba parado.
Tras las declaraciones, el instructor les ha prohibido salir del país, con entrega de pasaporte, y obligado a ir cada quince días a sede judicial, tal y como pedía Anticorrupción.
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