La Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en República Democrática del Congo (MONUSCO) ha expresado su satisfacción por la firma este viernes en la Casa Blanca de un acuerdo de paz entre República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda para intentar poner fin a años de violencia armada en el este congoleño. "La MONUSCO acoge con satisfacción la firma el viernes 27 de junio en Washington D.C. de un acuerdo de paz entre los gobiernos de la República Democrática del Congo y la República de Ruanda, bajo los auspicios del Departamento de Estado de Estados Unidos", ha publicado la misión de la ONU en un comunicado. "Este acuerdo representa un paso alentador hacia el cese de las hostilidades, la reducción de las tensiones regionales y el restablecimiento duradero de la paz y la estabilidad en el este de República Democrática del Congo y la región de los Grandes Lagos", ha afirmado la Representante Especial Adjunta del Secretario General de las Naciones Unidas en República Democrática del Congo y jefa interina de la MONUSCO, Vivian van de Perre. "La MONUSCO insta a todas las partes a que apliquen, de buena fe, los compromisos contenidos en el acuerdo, incluido el respeto del alto el fuego y las disposiciones de la resolución 2773 (2025) del Consejo de Seguridad", ha añadido. Así, la MONUSCO, "de conformidad con su mandato", reafirma su disposición a apoyar la aplicación de este acuerdo en estrecha coordinación con el Gobierno congoleño, la Unión Africana, las organizaciones regionales y todos los asociados internacionales. "La MONUSCO sigue movilizada junto a la población congoleña para apoyar los esfuerzos en favor de la paz, el diálogo y la protección de los civiles en las zonas afectadas por el conflicto", ha resaltado. En particular, Van de Perre ha destacado el papel "clave" de Estados Unidos para facilitar este acuerdo en estrecha colaboración con Qatar, el mediador de la Unión Africana y primer ministro de Togo, Faure Essozimna Gnassingbé, y los cinco cofacilitadores designados por la Comunidad Africana Oriental (CAO) y la Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC). El acuerdo estipula que ambos países se comprometen a poner fin a la actividad de grupos armados como el Movimiento 23 de Marzo (M23) o las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FLDR). Cabe recordar que ambos países se acusan mutuamente de financiar a estas dos organizaciones. El M23, con el supuesto apoyo del Gobierno ruandés, ha llegado a hacerse en los últimos meses con el control de las capitales de las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, generando con ello un éxodo de cientos de miles de habitantes que ahora sobreviven en campos de refugiados, en condiciones infrahumanas.
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