
Cáritas Española ha denunciado el "escándalo" de unas estructuras sociales, políticas y económicas generadoras de "desigualdad", durante su LXXXIV Asamblea General, celebrada este jueves y viernes en la localidad madrileña de El Escorial.
"Nuestra misión, que nos anima a escuchar y acoger a estos excluidos, nos exige también denunciar el escándalo persistente de unas estructuras sociales, políticas y económicas generadoras de una desigualdad intolerable. No queremos mirar hacia otro lado cuando se siguen frenando las medidas necesarias que garanticen condiciones de vida dignas y duraderas para las personas que acompañamos en nuestras comunidades y barrios", se lee en la declaración final.
Asimismo, la Asamblea ha validado la nueva estrategia de voluntariado confederal, marcada por el protagonismo de las personas voluntarias, por la innovación metodológica, y de acuerdo a un enfoque global que implique al conjunto de la organización en este cambio.
La estrategia es fruto de un proceso de reflexión llevado a cabo en los últimos dos años. "El resultado de este proceso nos confirma que el momento del voluntariado en Cáritas es apasionante y que contamos con el tesoro de decenas de miles de personas voluntarias que cada día siembran esperanza en los procesos de acompañamiento a quienes son descartadas por nuestra sociedad", señala la declaración final.
En este espacio anual confederal, los representantes de las 70 Cáritas Diocesanas han puesto en común los cambios que se tienen que impulsar para contar con un voluntariado capaz de ir cambiando con la sociedad.
Entre los retos identificados por las personas voluntarias, destacan: Promover un acompañamiento y una formación más adaptadas; acoger la diversidad del voluntariado y asumir mayor flexibilidad; favorecer su protagonismo y la construcción de vínculos comunitarios; mejorar la comunicación interna y la comunicación a la sociedad; cultivar la identidad de Cáritas y el sentido del voluntariado como acción social transformadora y acometer cambios organizativos para acompañar más y mejor a las personas voluntarias.
Esta nueva estrategia ofrece herramientas para que las Cáritas Diocesanas trabajen posibles soluciones prácticas para alcanzar los retos planteados, además de identificar zonas de trabajo.
Por otro lado, los miembros de la Asamblea General de Cáritas han lanzado "una invitación a ser testigos de luz y portadores de esperanza en medio de una sociedad que, si a veces proyecta sombras en la senda de la justicia y la fraternidad, en otras es capaz de entregarse con generosidad".
La sesión inaugural de la Asamblea contó con la presencia del presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello. El prelado estuvo acompañado por los miembros del equipo directivo de Cáritas Española, Manuel Bretón, Luis Miguel Rojo Septién y Natalia Peiro, presidente, delegado episcopal y secretaria general, respectivamente.
Según explica Cáritas, Argüello dirigió un saludo a los participantes a quienes animó a cumplir con la misión de Cáritas de agitar a la comunidad cristiana. "Agitar a la comunidad cristiana para que vivamos la dimensión social y cultural del cristianismo porque sembrar el reino de Dios en la historia es cosa de todos", afirmó.
El presidente de la CEE advirtió que "para poder agitar" es necesario "romper con el riesgo de vivir una alienación social que empuja a vivir dentro de las propias comunidades cristianas y no salir de ellas para abordar los distintos ámbitos de la realidad familiar, laboral, económica, cultural y política".
"De alguna forma esta alienación es un cáncer para la propia vida de la Iglesia y para sus posibilidades evangelizadoras. Por eso creo que Cáritas, mirando hacia dentro de la comunidad, tiene esta labor profética, agitadora de nuestras propias conciencias a la hora de ver cómo nos situamos frente a la realidad", indicó el obispo.
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