
El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Zaragoza ha tenido conocimiento de la existencia de una finca donde se había observado, en repetidas ocasiones, a varias personas manipulado animales muertos en condiciones irregulares, lo que provocaba malos olores y condiciones insalubres posiblemente al tratarse de un lugar no habilitado para tal labor.
Inmediatamente, esa misma mañana, especialistas de SEPRONA de la Guardia Civil de Casetas, se han personado en el referido lugar a fin de realizar una inspección y comprobar la veracidad de los hechos, pudiendo observar una explotación de ganado ovino y a tres personas manipulando un animal, ya sin vida, en proceso de desollado.
Al advertir la presencia policial, uno de los varones ha salido del recinto, cerrando la valla, comunicando a los agentes que no podía acceder al lugar al tratarse de una propiedad particular. Al ser requerido por la patrulla, este ha manifestado que se encontraban sacrificando un cordero para, posteriormente, consumirlo en una celebración familiar, sin tener para ello ningún tipo de autorización ni certificación veterinaria, medioambiental o sanitaria, ni contar con instalaciones homologadas para tal efecto.
El SEPRONA ha comprobado en la citada finca la ausencia de elementos básicos de higiene, bioseguridad o control de residuos, así como el incumplimiento de la normativa vigente en materia de bienestar animal, seguridad alimentaria y salud pública, lo que supone un riesgo para la salud pública.
Por todo ello, los agentes han identificado n a los tres varones que se encontraban realizando los hechos, siendo uno de ellos el dueño y titular de la explotación ganadera.
Así mismo, se ha verificado que dichas personas se han trasladado hasta el lugar en su vehículo portando en el maletero los utensilios necesarios para realizar tal labor, así como un cubo forrado en su parte interior, con una bolsa impermeable de plástico, para trasladar la carne hasta el lugar donde iba a ser consumida en una celebración familiar de un amigo.
Ante estos hechos, el SEPRONA se ha puesto en contacto con servicios veterinarios y de sanidad, para su valoración técnica y posible intervención, siendo las inspectoras del Servicio Provincia del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón las que han ordenado la destrucción de la carne, trasladando el cuerpo al contenedor de cadáveres de la misma explotación.
En la inspección se ha podido comprobar la existencia de un estercolero en el exterior del recinto que no reunía las condiciones reglamentarias, casi un centenar de gallinas, sobre las que no poseía autorización y un depósito de residuos con sustancias nocivas mezcladas con los animales que provocaba unas condiciones higiénicas que no cumplían la normativa vigente.
Por estos hechos, se ha procedido a la investigación de estos cuatro varones, de edades comprendidas entre los 40 y 68 años, tres de ellos de origen senegalés y uno de origen español, como presuntos autores de un supuesto delito contra la salud pública, por sacrificar un cordero sin las debidas garantías sanitarias para su para su posterior transporte y consumo de carne no apta para consumo humano.
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