El primer ministro británico, Keir Starmer, ha anunciado este sábado una investigación a nivel nacional sobre redes de abusos sexuales contra menores tras el escándalo provocado después de destaparse la red de pedófilos de Huddersfield y la pasividad de las autoridades. La decisión era esperada, ya que la auditoría ordenada por el Gobierno y liderada por la baronesa Casey sobre la escala de las redes de abusos sexuales a menores en todo el país concluyó que era necesaria una investigación nacional, en contra del criterio defendido hasta el momento por el propio Starmer. La auditoría se hará pública en los próximos días. "La postura (de Casey) cuando comenzó la auditoría era que no había una necesidad real de una investigación nacional sobre lo que estaba pasando. Ha estudiado el material y ha llegado a la conclusión de que debería haber una investigación nacional", ha afirmado Starmer en declaraciones a la prensa durante su viaje a Canadá, donde participará en una cumbre del G7. "He leído palabra por palabra su informe y voy a aceptar su recomendación. Es lo correcto basándose en lo que ha escrito en su auditoría", ha argumentado. El documento, de casi 200 páginas, denuncia que las niñas "fueron ignoradas institucionalmente por miedo al racismo" debido a que los sospechosos, muchos de ellos posteriormente condenados, eran de origen extranjero. La situación de la investigación sobre las redes de abusos sexuales a menores se puso de actualidad de nuevo a inicios de 2025 tras las acusaciones del millonario Elon Musk contra Keir Starmer y Jess Philips por ignorar las denuncias. Philips dijo entonces que las acusaciones de Musk eran "ridículas".
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