
El proyecto 'Masdunas II' (2021-2025) ha logrado proteger más de 14.000 metros cúbicos (m3) de arena y recuperar el 85% de la superficie degradada del frente dunar más expuesto al cambio climático y la presión turística en la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas (Gran Canaria).
Así lo ha informado este viernes la Consejería de Medio Ambiente, Clima, Energía y Conocimiento del Cabildo con motivo de una visita al entorno en la que han participado el presidente, Antonio Morales; el consejero de Medio Ambiente, Energía y Clima, Raúl García Brink; el primer teniente de alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Alejandro Marichal; y la bióloga responsable del proyecto Masdunas y gestora del Espacio Natural Dunas de Maspalomas, Marta Martínez Pérez.
Mientras, por parte de la empresa pública Gesplan acudieron el Director de Medio Ambiente Las Palmas y Cambio Climático, Jesús González Navarro; la coordinadora del proyecto, Migdalia Domínguez; y el responsable del seguimiento científico, Manuel Viera.
Durante el recorrido, realizaron una plantación simbólica de cuatro ejemplares de balancones (Traganum moquinii), los cuales son fundamentales para la retención de arena.
Al respecto, Morales explicó que las acciones del Masdunas son complementadas por los objetivos del proyecto Impulsa Maspalomas, que contempla la señalización, digitalización y sensorización del espacio natural, así como la restauración ecológica de la Charca de Maspalomas.
Además, el humedal concentra diversas acciones de mejora del espacio, entre ellas en Horizon Natalie, en cuyo marco se está definiendo el diseño de un Sistema Urbano de Drenaje Sostenible de manera participada.
Por su parte, García Brink señaló que "el proyecto Masdunas II representa un ejemplo claro de cómo la ciencia, la gestión ambiental y la colaboración institucional pueden converger para restaurar y proteger uno de los ecosistemas más emblemáticos y frágiles de Gran Canaria".
"Queremos que este proyecto siga siendo un referente en restauración costera insular, combinando herramientas tecnológicas avanzadas, ciencia aplicada y educación ambiental", ha afirmado.
RECUPERACIÓN DEL SISTEMA SEDIMENTARIO
Durante el desarrollo de Masdunas II se han realizado actuaciones específicas de recuperación del sistema sedimentario mediante el uso de tecnología avanzada, como los Modelos Digitales del Terreno (MDT) y los vuelos fotogramétricos, que han permitido analizar con precisión la evolución del campo de dunas y orientar las intervenciones de manera eficaz.
Además, la colaboración con el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha sido clave en esta fase de Masdunas, especialmente en las tareas de reubicación de arena desde zonas de acumulación en el Paseo Costa Canaria hacia puntos estratégicos del sistema dunar en Playa del Inglés.
Esta actuación ha permitido trasladar casi 3.000 metros cúbicos de arena, favoreciendo su retención natural gracias a la instalación de nuevos captadores de sedimentos y a la plantación de balancones (Traganum moquinii), lo que contribuye a reforzar la estabilidad del frente dunar y a prevenir la pérdida sedimentaria.
Los estudios realizados en 34,18 hectáreas de superficie entre 2018 y 2024 revelan un desplazamiento natural de 18.116 m* de arena hacia el interior del campo de dunas. Las medidas adoptadas han evitado que al menos 14.000 m* se perdieran, reforzando especialmente la duna costera más vulnerable de Playa del Inglés.
RESTAURACIÓN AMBIENTAL Y CONTROL DE ESPECIES
El proyecto ha eliminado 308 goros (refugios artificiales construidos con piedras), retirado más de 2.100 m3 de vegetación no autóctona, y gestionado 1.150 m3 de flora exótica invasora, lo que ha permitido recuperar espacio para especies nativas y mejorar la biodiversidad local.
Asimismo, se ha reforzado la vegetación estabilizadora con la plantación de 1.064 ejemplares de balancones, especie clave en la fijación de arena. Para proteger el entorno, se han instalado o reubicado 5.919 bolardos y estacas, delimitando zonas sensibles y evitando el tránsito no autorizado por áreas vulnerables del ecosistema.
Finalmente, el plan también ha fortalecido la educación ambiental, con señalización en varios idiomas y seguimiento científico constante de los efectos de las actuaciones.
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