El partido de Lula avierte que el expresidente sería "coautor de los posibles delitos de su hijo"
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha afirmado este jueves que ha enviado dos millones de reales brasileños (unos 312.600 euros) a su hijo Eduardo Bolsonaro, diputado e investigado por la Fiscalía brasileña por, presuntamente, intentar interferir desde Estados Unidos --donde se encuentra desde marzo de este año-- en el proceso judicial que afronta su padre por el conato de golpe de Estado en enero de 2023. "Él [Eduardo] está allí fuera, no quiero que pase dificultades. ¿Es mucho? Es bastante dinero. En Estados Unidos puede que no sea tanto, son unos 350.000 dólares, pero quiero su bienestar", ha alegado en unas declaraciones, recogidas por agencia brasil, en las que ha explicado que la procedencia de ese montante son los 17 millones de reales (2,66 millones de euros) que habría recibido en donaciones de simpatizantes en 2023. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) en el Congreso de los Diputados brasileño, Lindbergh Farias, ha advertido de que el envío de dinero reconocido por el exmandatario "lo convierte en coautor de los posibles delitos de su hijo, al financiar las actividades de una posible organización criminal con sede en el extranjero para sabotear instituciones brasileñas", una situación que ha denunciado en la red social X como "muy grave". La semana pasada, el juez del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes, que instruye tanto este como el caso del golpe de Estado, abrió a petición de la Fiscalía una investigación contra el hijo del expresidente por los delitos de obstrucción a las investigaciones, coacción durante el proceso en curso y atentado a la soberanía de Brasil, en el marco de la campaña que el diputado ha emprendido desde Estados Unidos para defender la inocencia de su padre. El magistrado buscaría esclarecer si Jair Bolsonaro se está beneficiando directamente de las acciones de su hijo, que el exmandatario ha definido como un trabajo "por la democracia", negando además que exista ninguna sanción estadounidense lograda por presión política, sino que "todo se basa en hechos". El Departamento de Estado norteamericano anunció la semana pasada que Washington prohibiría la entrada al país de todas aquellas personas, incluidas autoridades, que sean "cómplices de la censura contra estadounidenses", "sea en América Latina, en Europa o en cualquier otro lugar", una medida ampliamente entendida como un dirigida a De Moraes, después de que el secretario Marco Rubio confirmara que existe "una alta posibilidad" de sancionar al juez brasileño.
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