MADRID, 26 (OTR/PRESS) Llamaba mi atención, hace un par de años, la uniformidad de los argumentos de los componentes del Consejo de Ministros, a la hora de defender los despiadados ataques de la fachosfera, centrados en la honesta familia de Pedro I, El Mentiroso. Luego, esa misma homogeneidad se trasladó a los ilustres e importantes miembros del partido, que también fueron víctimas de la persecución de jueces y fascistas sin redimir, disfrazados de demócratas de derechas. Desde hace dos años esa machacona coincidencia ha perdurado hasta convertirla en algo deslumbrante por su frecuencia inalterable. La última ha tenido como protagonista a ese importante miembro del partido, Santos Cerdán, que lo mismo sirve para un descosido autonómico que para un roto de un túnel o de cualquier obra pública, debido a la gran vocación e interés que siempre ha tenido por las obras públicas del Estado. Siendo un excelente electricista, ese interés por la ingeniería de caminos, canales y puertos, demuestra una mente abierta a todas las complejidades, digno en cualquier político que, en ocasiones, se ven tentados por sus derivas especializadas. En esta etapa a la que aludo, el argumento más frecuente ha sido la de poner la mano en el fuego por la limpieza de las actuaciones del Secretario de Organización del PSOE, que sustituyó a José Luis Ábalos, ¡menos mal!, porque si llegan a poner la mano en el fuego poor Ábalos, la unidad de quemados de los hospitales de Madrid estarcía ocupada por los miembros del Consejo de Ministros. Como es muy difícil que, siendo los seres humanos tan diferentes, todos se expresen con idénticos razonamientos, se puede suscitar la sospecha de que hay una especie de consigna, que se imparte desde el gabinete del Jefe para que la difundan los jefecillos. Para evitar malentendidos es urgente que los ministros, ante cualquier proceso o investigación judicial impulsado por la fachosfera, cambién impresiones y se diversifiquen. Es imprescindible para que no parezcan una cuadrilla de papagayos repuliendo una consigna.
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