 Caen un 7% los ingresos y un 32% el Ebitda por los incrementos de costes, pero puja por 5.800 millones de euros en nuevos contratos
Talgo registró unas pérdidas de 7,1 millones de euros en los tres primeros meses de 2025, frente al beneficio de 10,4 millones del mismo periodo del año anterior, debido al menor grado de avance en la fabricación planificada de sus trenes.
Según sus últimas cuentas trimestrales, la caída también se debe a los mayores costes de los trenes de alta velocidad en España, al incremento de los gastos financieros y a una mayor amortización debido a las inversiones realizadas en los años previos.
Los ingresos en este periodo fueron de 154,2 millones de euros, un 7% inferiores a los del año pasado, al mismo tiempo que el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 13,6 millones, un 32% menos, lo que arroja un margen de rentabilidad del 8,8%, frente al 12% anterior.
"El entorno en los tres primeros meses del año puede considerarse complejo, con una disminución de la actividad de fabricación por los retos de los proyectos en curso y la bajada en el número de kilómetros realizados por la flota de las series 102/112 de Renfe, de cuyo mantenimiento se encarga Talgo", explica la compañía.
Adicionalmente, registró un mayor gasto de amortización como consecuencia de las inversiones realizadas en pasados ejercicios para desarrollar las plataformas Talgo Avril y Talgo 230, y un incremento de los gastos financieros.
Sobre el primero de esos trenes, defiende que tiene "altos niveles de fiabilidad y disponibilidad, a la altura de las expectativas", pese a que en el inicio de sus operaciones el año pasado en España registró numerosas incidencias, según aseguraba el Ministerio de Transportes.
En cuanto al Talgo 230, cuyas primeras unidades prevé entregar en el segundo semestre del año al operador alemán DB, señala que se encuentra en negociaciones para adaptarse a las necesidades del cliente y al ritmo industrial, después de que la entrega se haya retrasado cerca de un año.
RETIRA LA GUÍA DE PREVISIONES
Precisamente, esta última coyuntura ha provocado que la compañía no haya dado previsiones para el año 2025, debido a la dificultad de estimar con precisión las principales magnitudes del negocio, así como por el periodo de transición en que se encuentra su estructura de capital, con la entrada pendiente del consorcio vasco liderado por Sidenor en sustitución del fondo Trilantic.
La cartera de proyectos superaba los 4.000 millones de euros a finales de marzo, en línea con las cifras del año pasado, aunque ya ha detectado oportunidades de próximas licitaciones que podría ganar por valor de 11.600 millones de euros, de los que ya ha pujado por contratos de 5.800 millones de euros.
Las actividades de mantenimiento representan actualmente en torno al 50% de la cartera de pedidos de la empresa a través de proyectos a largo plazo en ocho países, lo que defiende que "impulsan la estabilidad y proporcionan un flujo de caja fiable, al tiempo que se amplía la base instalada con nuevas entregas".
En el plano laboral, Talgo destaca que se ha reducido en casi un 50% las ratios de accidentalidad y gravedad, en comparación con el mismo periodo de 2024.
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