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Un tribunal de apelaciones de Austria ha absuelto este lunes al excanciller Sebastian Kurz de un delito de perjurio, después de que fuese condenado en primera instancia por mentir ante una comisión parlamentaria que examinaba el alcance del denominado 'Ibizagate', un escándalo que provocó en 2019 la caída de la coalición de Gobierno. El Tribunal Superior Regional de Viena ha tumbado la sentencia inicial de ocho meses de cárcel contra Kurz, al entender que no tergiversó los hechos que conocía para mentir a sabiendas ante la comisión de investigación, según la televisión pública. En cambio, sí ha mantenido la pena de seis meses --suspendida, en cualquier caso-- sobre el exjefe de gabinete Bernhard Bonelli. El 'Ibizagate' derivó de un vídeo en el que el entonces vicecanciller, el ultraderechista Heinz-Christian Strache, aparentemente mercadeaba con contratos públicos a cambio de informaciones favorables, lo que desencadenó un terremoto político sobre presuntas corruptelas en las primeras filas del Ejecutivo. Kurz compareció en una comisión y habló de su posible papel en la reforma del fondo que gestiona la participación del Estado en empresas públicas, desmarcándose de las principales decisiones, incluido el nombramiento de un estrecho colaborador, Thomas Schmid, como presidente del consorcio. Sin embargo, pruebas conocidas posteriormente sí apuntaron la posible influencia del excanciller y, por tanto, que pudo mentir en su declaración. Las falsedades de las que se le acusaba podían haberle costado una pena de hasta tres años de cárcel a Kurz, que busca ahora hacer carrera en instituciones financieras.
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