
Carlos Andradas, rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), organismo autónomo adscrito al Ministerio de Universidades con personalidad jurídica y patrimonio propios, ha avisado de que "corren tiempos difíciles" para las universidades.
"Son puestas en entredicho", ha lamentado este jueves el rector de la UIMP durante el acto en el que ha sido investida doctora honoris causa por la Universidad la escritora Isabel Allende, en el Instituto Cervantes de Madrid.
En su discurso, el rector ha hecho una defensa de la enseñanza superior pública. "Corren tiempos difíciles para las universidades. Paradógicamente, nunca antes la educación superior y el conocimiento habían sido tan imprescindibles para el desarrollo, el progreso y la vida cotidiana de la sociedad", ha pronunciado.
"Pero al mismo tiempo, o quizás precisamente por ello, las universidades, las instituciones que deben proveerla y en particular las universidades públicas, son puestas en entredicho", ha añadido Andradas.
Así, ha afeado a quienes promulgan la "inutilidad" y "superfluidad" de la labor de estas universidades. "Se retiran fondos, se suprimen programas, se expulsan profesores y alumnos. En otros, de manera sutil e imperceptible, dificultando su funcionamiento, no atendiendo a sus requerimientos, cuestionando sus viabilidades", ha agregado.
El rector ha resaltado la importancia de que el acceso a la educación superior "no se convierta en una forma de segregación social". Para ello, considera que "es imprescindible que la universidad pública tenga un papel central".
La UIMP es, según ha subrayado Andradas, una universidad pública "abierta, interdisciplinar, intergeneracional, capaz de actuar como foro de pensamiento crítico, como cinta institucional, al tiempo que como centro de posgrado y como puente entre la academia, la sociedad y la acción política y cultural". "Fortalecerla, potenciar su misión, es a mi juicio una tarea estratégica para el presente y para el futuro", ha defendido.
Por su parte, Isabel Allende, tras haber sido investida doctora honoris causa por la UIMP, ha asegurado que siempre ha sido una extranjera, viajera involuntaria y una refugiada, por lo que la literatura ha sido para ella un ejercicio de "memoria".
"He sido siempre extranjera, viajera involuntaria, refugiada, inmigrante. Estoy de visita en la tierra. Para aquellos que carecemos de raíces, la memoria es indispensable para mantener continuidad. Nadie es testigo de nuestra existencia fragmentada. Necesitamos recordarla. La memoria y la literatura son inseparables", ha apuntado en su discurso de ingreso.
Desde que comenzó su carrera como escritora en 1982 con la novela 'La casa de los espíritus', la escritora se ha convertido en una las figuras más importantes de la literatura universal.
Entre sus libros más aclamados por el público y la crítica se incluyen títulos como 'Eva Luna', 'Paula', 'La isla bajo el mar', 'Violeta' o 'El viento conoce mi nombre', que han sido traducidos a más de 42 idiomas, han superado los 80 millones de ejemplares vendidos y han recibido más de 60 premios internacionales.
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