Ambos piden perdón a la familia del fallecido por no haberlo socorrido
Los dos acusados por el crimen cometido en 2023 en la gasolinera de Sutullena, en Lorca (Murcia), han atribuido a su primo menor de edad la autoría del navajazo mortal que acabó con la vida de la víctima y han asegurado que ellos solo golpearon varias veces al ahora fallecido. Así lo han afirmado los acusados, que han comparecido en la quinta sesión del juicio que se está desarrollando por el procedimiento del tribunal del jurado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, presidida por el juez David Castillejo. Uno de los dos acusados ha recordado que él estuvo presente en el incidente previo a propósito del robo de un patinete por parte de la víctima. Ha recordado que el ahora fallecido se llevó el patinete y, posteriormente, lo devolvió con la mediación de un amigo y el asunto se zanjó "sin problemas". Posteriormente, fueron a la gasolinera a comprar "tabaco y refrescos", según el procesado, que ha señalado que no sabían que en el lugar se encontraba la víctima y que, de hecho, iban a la estación de servicio habitualmente. "Yo, que tenía la ventana un poco bajada, escuché una discusión y cuando levanté la mirada vi a mi primo y a la víctima peleándose", ha añadido. Ha recordado que él y su hermano --el otro acusado-- se pusieron a separar a los contendientes en un primer momento pero su primo --el menor de edad ya condenado por este crimen-- acudió por detrás y arremetió contra la víctima con un teléfono móvil. A continuación, la víctima se marchó y se fue a la parte de atrás de la gasolinera, donde están los lavaderos. Transcurrieron cuatro minutos hasta que los dos acusados y el menor salieron corriendo hacia la misma zona, lo que ha justificado porque alguien dijo en voz alta que la víctima contaba con una "garrota con un pincho". "Yo le dije que me tirara la garrota y, de hecho, en el vídeo se puede ver cómo me tira la garrota; cuando me la tiró, se partió en dos trozos", tal y como ha relatado el acusado, que miró el arma y pudo comprobar que no tenía la empuñadura ni el pincho. "No lo conozco mucho, pero por oídas sé que es problemático, te tira por la espalda, tenía miedo de esa consecuencia y me tiré a por él para quitarle el arma", ha señalado. A continuación, él se tiró encima de la víctima sospechando que tenía todavía el pincho en su poder. En cualquier caso, ha negado que lo siguieran a la zona trasera de la gasolinera con intención de matarlo. "Fuimos a quitarle el pincho porque no paraba de insultar a mi primo menor", ha aseverado el procesado, quien ha recordado que esa noche se había tomado media botella de whisky y distintas sustancias. "Yo le di un palo y algún puñetazo", ha reconocido. A continuación, vio cómo el menor le pegó también un puñetazo a la víctima y, al regresar a la gasolinera, escucharon al menor decir a su padre: "Le he pinchado". Fue entonces cuando fue consciente de que su primo menor de edad tenía un arma blanca untada de sangre y todos huyeron a bordo del coche. A preguntas de la abogada de la acusación, el procesado ha justificado que es normal que tanto él como su hermano y su primo corrieran con las manos en los bolsillos durante su huida porque "cada uno tiene sus costumbres". Una vez en el coche, su primo menor de edad reconoció que había pinchado a la víctima. "Yo le dije que no tenía que haberlo hecho porque no se lo merecía, la verdad", ha añadido el procesado, quien ha señalado que vio la navaja a su primo cuando se montó en el coche. Al finalizar, el acusado ha pedido "perdón" a la familia del fallecido "por lo que pasó, por no quedarme ahí y socorrerlo", ha concluido. El otro procesado --hermano del anterior--, ha corroborado el incidente en torno al patinete robado y que acudieron a la gasolinera a comprar tabaco. Una vez en la estación de servicio, ha señalado que intermedió con su hermano para separar a los contendientes de la primera pelea. En ese momento, se le cayó la "garrota" a la víctima y él aprovechó para "pegarle un palo". Posteriormente, cuando la víctima se fue a la parte trasera de la gasolinera, donde están los lavaderos, transcurrieron cuatro minutos sin enfrentamientos. A continuación, tanto él como su hermano y su primo salieron corriendo hacia esa zona porque le dijeron que el ahora fallecido "tenía un pincho" y él se acercó a ver si era verdad. Una vez en la zona de los lavaderos, él cogió una manguera de riego con la que pegó a la víctima, mientras que su hermano llevaba un trozo de palo. En cualquier caso, ha dicho desconocer que su primo menor de edad llevaba una navaja y solo se dio cuenta de ello cuando su primo gritó: "Papá, le he pinchado". En cuanto al motivo por el que fueron a la parte trasera, ha justificado que la víctima estaba "amenazando" a su primo pequeño diciéndole: "Eres un niño para mí, te comes los mocos". "Yo trabajé con la víctima en el campo y es verdad que llevaba siempre un pincho; por eso me acerqué a ver si era verdad o era mentira", ha añadido. El acusado, que ha reconocido que había consumido cocaína y porros esa noche, ha dicho desconocer dónde se arrojó la navaja, aunque sí la vio en el interior del coche, cuando estaban huyendo. Para finalizar, también ha pedido perdón a la familia de la víctima por no socorrerlo. "Yo no pensaba que iba a terminar así", ha zanjado. El juez ha adelantado que el próximo lunes será la entrega del objeto del veredicto.
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