El coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el doctor Manuel Toledo, ha afirmado que cada minuto de retraso en tratar una crisis epiléptica grave urgente supone un aumento del 5 por ciento del riesgo de que el paciente sufra secuelas neurológicas y se enfrente a una mayor mortalidad. Para abordar esta situación, Toledo ha considerado necesario la implantación del 'Código Crisis', un procedimiento cuyo objetivo es ofrecer una respuesta rápida y eficaz ante crisis epilépticas urgente, que se aplica en los primeros 30-60 minutos para minimizar las secuelas. Cuando se detecta una crisis de este tipo, el paciente es trasladado en ambulancia al hospital de referencia más cercano, donde se realiza una evaluación inmediata por parte de especialistas y se administra tratamiento agudo. "Desde la Sociedad Española de Neurología instamos a todas las comunidades autónomas a implantar el 'Código Crisis, no solo porque está comprobado que permite que los pacientes puedan acceder de forma precoz tanto a los tratamientos agudos como a los anticrisis, sino que también permiten reducir la recurrencia de las crisis, las estancias hospitalarias prolongadas y, lo que es más importante, disminuir enormemente el riesgo de mortalidad del 5,3 por ciento actual a menos de un 0,4 por ciento", ha reclamado el doctor Toledo. En ese sentido, ha lamentado que tan solo la Comunidad de Madrid lo haya adoptado, y ha señalado que tan solo el 13 por ciento de los pacientes atendidos por familiares y el 20 por ciento de los atendidos por personal sanitario reciben el tratamiento de forma precoz. "Las crisis epilépticas urgentes presentan una mortalidad superior al 5 por ciento y requieren una actuación diagnóstico-terapéutica rápida y precisa por parte de personal experimentado porque, en la mayoría de los casos, el pronóstico del paciente dependerá de la rapidez de la intervención", ha advertido. Entre las crisis epilépticas más graves se encuentran el estatus epiléptico, en la que el paciente no llega a recobrar la conciencia, y es la de mayor gravedad, pues tiene un 20 por ciento de mortalidad a corto plazo, así como una "gran capacidad" de producir secuelas neurológicas significativas, y suponen un 10 por ciento de las crisis epilépticas urgentes. Asimismo, las crisis epilépticas repetitivas, también llamadas en acúmulos, se producen cuando el paciente padece dos o más crisis en menos de 24 horas, y suponen el 20 por ciento de las crisis atendidades en los servicios de Urgencias. Por otro lado, las crisis de alto riesgo son aquellas que presentan características de peligrosidad para el paciente, por su alto riesgo de recurrencia, o de desembocar en un estado epiléptico, o bien como manifestación de otras enfermedades potencialmente graves. "Los pacientes que acuden a urgencias pueden presentar distintos tipos de crisis. Entre ellas, el estatus epiléptico es el que conlleva mayor morbimortalidad, pero también las crisis repetitivas o las aisladas pueden provocar complicaciones que requieren intervención inmediata", ha añadido el doctor Toledo. Este tipo de crisis representan entre el 1 y el 3 por ciento del total de ingresos anuales en España y, según datos de la SEN, también suponen el 20 por ciento de todas las atenciones neurológicas urgentes. Tras ello, ha destacado que la calidad de vida de los pacientes se relaciona con la gravedad y la frecuencia de las crisis, pero también con su respuesta al tratamiento; si bien el 70 por ciento de los pacientes pueden controlar sus crisis con los tratamientos farmacológicos actuales, en España hay hasta 125.000 personas con epilepsia farmacorresistente, lo que supone un "alto porcentaje" con respecto a los 500.000 españoles que padecen epilepsia.
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