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Los investigadores mexicanos han apuntado que hasta cuatro personas pudieron participar de alguna manera en el tiroteo que se cobró la vida el martes de la secretaria y un asesor de la alcaldesa de la capital, Clara Brugada, víctimas de un ataque "directo" del que todavía no han trascendido las causas. Las víctimas, Ximena Guzmán y José Muñoz, fueron tiroteadas a primera hora cuando se dirigían a su trabajo. La Fiscalía sospecha que el autor directo de los disparos esperó a que ambas personas se reunieran y huyó del lugar en una motocicleta, para lo cual habría necesitado del apoyo de al menos otras tres personas que coordinaron dos cambios de vehículo para poder huir de Ciudad de México, tal como ha quedado patente en las grabaciones de cámara de seguridad. La Fiscalía sospecha por tanto que se trata de una operación organizada, aunque por ahora las autoridades mantienen abiertas todas las líneas de investigación ya que se desconoce tanto el móvil del crimen como los posibles autores intelectuales. El arma utilizada, con un calibre de 9 milímetros, no figura en los registros vinculada a otros delitos, mientras que los vehículos utilizados en la huída, ya localizados, procederían de robos. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a quien la noticia del doble asesinato sorprendió el martes cuando ya comparecía ante los medios, ha llamado a "no especular" y a ser "responsables" mientras avanzan las pesquisas. Así, ha prometido transparencia por parte de todas las administraciones, que irán informando de avances conforme se vayan produciendo. El secretario de Seguridad Ciudadana de Ciudad de México, Pablo Vázquez Camacho, ha subrayado en una comparecencia que "ninguna forma de violencia doblegará a la Ciudad de México, ni a su gente, ni a sus instituciones" y ha abogado por seguir trabajando para llevar ante la Justicia tanto a los autores materiales del tiroteo como a los intelectuales.
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