El presidente de Taiwán, Lai Ching Te, se ha mostrado este martes dispuesto a hablar con China "en calidad de iguales" para saldar sus disputas a medida que las partes siguen reforzando sus defensas ahora que el mandatario cumple justo un año desde su llegada a la Presidencia. Lai, que sigue apostando por la independencia de Taiwán, ha reivindicado la importancia de "prepararse para evitar la guerra", y ha destacado la "resiliencia económica" de la isla. Así, ha prometido también hacer frente a China si es necesario y "defender la democracia". "Estamos dispuestos a hablar con Pekín si se trata de una conversación de mentalidad abierta y con dignidad", ha manifestado, si bien el Gobierno chino ha rechazado en anteriores ocasiones estas propuestas. "La paz no tiene precio y no hay ganadores en una guerra, pero no podemos hacernos ilusiones", ha puntualizado. No obstante, ha instado a la población a "no hacerse ilusiones" y seguir "reforzando las capacidades nacionales". "Taiwán cooperará con sus aliados internacionales, hombro con hombro, para ejercer una mayor contención y prepararse para evitar la guerra y lograr el objetivo, que es la paz", ha aseverado. Sin embargo, la Guardia Costera de Taiwán ha alertado del uso de "métodos belicistas" para "minar la moral de la población taiwanesa" de cara al aniversario de la Presidencia de Lai. China, por su parte, sigue considerando a Taiwán una provincia más bajo su soberanía. Los vínculos entre las partes se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran al archipiélago. Las relaciones se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de los 80.
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