
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) intensificará los trabajos ante el mal estado de las aguas del embalse de Bellús (Valencia) con actuaciones como la restauración integral mediante un cinturón verde de 24 km2 de extensión que funcionará como filtro ecológico y que pretende convertirse en un atractivo turístico para la zona. El proyecto, redactado y a la espera de iniciar la contratación "próximamente", cuenta con un presupuesto que supera los cinco millones de euros y tiene un plazo de ejecución de 36 meses.
El organismo estatal ha celebrado este martes una reunión interna para coordinar y compartir las conclusiones de los trabajos que se llevan a cabo en el embalse, en la que ha quedado de manifiesto que el mal estado de las aguas se debe a su "elevada" eutrofización, dado que se trata de una masa de agua que cuenta con una abundancia "anormalmente alta" de nutrientes, según ha informado la entidad en un comunicado.
Las causas que han provocado esta situación, según la CHJ, son "varias" y entre ellas destacan la importante carga de contaminantes que llegan al embalse a través de las escorrentías, que aportan nitratos y fosfatos que provocan unas "condiciones óptimas" para que prospere la biomasa piscícola presente en el embalse, actualmente en torno a 45 toneladas, cuando "lo normal serían tres o cuatro".
Ahora, con el objetivo de poner solución a este problema, que además genera "otro tipo de tipo de efectos negativos" como malos olores en la zona, la CHJ ha puesto en marcha varios proyectos en los últimos años que forman parte de una "solución integral" para Bellús.
De esta manera, se ha instalado una torre multitoma, se ha cambiado la válvula Howell de la presa y desde hace un par de años una plataforma limnológica monitoriza y ofrece datos en tiempo de real de la calidad de las aguas.
PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN
Al margen de estas "importantes" actuaciones, varias empresas y organismos tienen en marcha proyectos de investigación para estudiar la proliferación de cianobacterias en el embalse, el impacto de la calidad de sus aguas sobre los acuíferos del entorno o la posibilidad de realizar despesques selectivos para eliminar el exceso de biomasa piscícola.
Al respecto, el presidente de la CHJ, Miguel Polo, ha indicado que la prioridad de la Confederación es "solucionar la problemática biológica, pero también debemos cambiar la percepción que tienen los vecinos ribereños de este embalse". "Hay que buscar soluciones, porque tiene un potencial turístico que se está desaprovechando y que podría ser muy valioso", ha comentado.
FILTRO ECOLÓGICO Y NATURAL
La reunión de trabajo también ha contado con la presencia de la Comisaria de Aguas, Cristina Sola, encargada de presentar un análisis histórico de la presa de Bellús y de enumerar las distintas actuaciones realizadas por la CHJ para tratar de solucionar los problemas de la mala calidad de las aguas. En este sentido, ha aprovechado para ofrecer detalles del proyecto de restauración integral del entorno del embalse, que funcionará como "filtro ecológico y natural".
Concretamente, el cinturón verde tendrá una extensión de 24 kilómetros cuadrados, discurrirá por 10 términos municipales (Bellús, Guadassequies, Sempere, Benisuera, Alfarrasí, Montaverner, Otos, La Pobla del Duc, Quatretonda y Benigànim) y se vertebrará mediante una senda peatonal perimetral, de unos 21 kilómetros de longitud y tres metros de ancho, que fomentará el uso recreativo del entorno del embalse.
TELEDETECCIÓN MEDIANTE SENSORES REMOTOS
Mientras, la jefa del servicio del Área de Calidad de las Aguas, Concha Durán, ha sido la encargada de conducir una jornada de trabajo dedicada a poner en común todos los trabajos que se realizan en el embalse y de "compartir la información y los resultados".
Entre las diferentes actuaciones, ha destacado la labor que se realiza desde la Comisaría de Aguas, junto a un equipo de investigadores de la Universitat de València, en el seguimiento de la calidad de las aguas de Bellús a través de la teledetección mediante sensores remotos.
Al respecto, el técnico del Organismo encargado del proyecto, Damián Ortega, ha detallado "los avances conseguidos" en otras masas de agua como l'Albufera y ha subrayado la importancia de un trabajo que aporta "un enfoque diferente" y que permitirá "afinar al máximo el conocimiento sobre lo que está ocurriendo en embalses como Bellús".
Por el momento, las imágenes obtenidas por los satélites Sentinel aportan información sobre turbidez, sólidos en suspensión y sobre la cantidad de clorofila de las aguas. Unos valores que son "validados y contrastados" con la información recopilada durante los muestreos de campo, que coinciden en fecha y hora con los vuelos satelitales sobre el embalse.
La teledetección también juega un "papel importante" en otros proyectos como Hiblooms y Cyanobloom, cuyos estudios tratan de conocer la frecuencia e intensidad de la proliferación de cianobacterias en el embalse de Bellús, unos microorganismos que disminuyen el oxígeno disponible en el agua, dañan "gravemente" el ecosistema acuático y provocan la coloración verdosa de las aguas del embalse.
POSIBLE AFECCIÓN EN LOS ACUÍFEROS
Durante la jornada, expertos del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), dependiente del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, también han tenido la oportunidad de explicar los trabajos que realizan para conocer la posible afección que pueden tener las aguas del embalse de Bellús sobre los acuíferos de la zona.
Los responsables de Ecohydros han cerrado la sesión para explicar los trabajos de extracción de biomasa piscícola que se pondrán en marcha "próximamente" en el embalse con el objetivo de mejorar el grado de eutrofia. El pasado verano ya se realizaron despesques similares en embalses como Beniarrés, Ulldecona o María Cristina, actuaciones de emergencia debido a la situación de sequía que existía entonces y que han permitido "perfeccionar" las técnicas de pesca para aumentar el rendimiento.
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