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Espanyol y Girona protagonizan este lunes en el RCDE Stadium (21.00 horas), en el último partido de la decimoquinta jornada de LaLiga Santander, un derbi catalán en el que tratarán de acercarse a posiciones europeas.
Los blanquiazules, que con 16 puntos manejan cuatro de ventaja sobre la zona de descenso, esperan olvidar la derrota -tercera en los últimos cuatro encuentros- ante el Eibar (3-1) para subir posiciones. Su asignatura pendiente es el gol, ya que sólo han anotado dos en los últimos cuatro choques.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
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