El Pleno del Congreso aprobó este jueves el Cupo vasco con un rechazo del 10% de la Cámara, lo que suman los 32 diputados del Ciudadanos y los cuatro de Compromís, pero tampoco recabó el apoyo de Bildu, que optó por la abstención, ni del diputado valenciano de Izquierda Unida, Ricardo Sixto, que prefirió no participar en la votación.
Los proyectos de ley de renovación del concierto económico con Euskadi y de la liquidación del Cupo vasco, negociados por el Gobierno del PP y la Lehendakaritza, han recibido el visto bueno del Congreso y se han remitido al Senado, que también los tramitará por la vía urgente con idea de votarlos la próxima semana, presumiblemente el miércoles. El compromiso es que estén en vigor el 1 de enero de 2018.
Además del PP y del PNV, los proyectos han sido refrendados por el PSOE, que gobierna en coalición con los nacionalistas en Euskadi, y por Unidos Podemos-En Comú-En Marea y los independentistas de Esquerra y del PDeCAT. A favor también votaron las formaciones canarias CC y NC, los foralistas navarros de UPN y Foro Asturias.
El pasado martes el Pleno del Congreso ya había aprobado la tramitación directa y en lectura única de ambos proyectos, lo que supuso que todas las fases parlamentarias se han sustanciado en un solo debate este jueves en la sesión plenaria.
En aquella votación sobre el procedimiento, Ciudadanos y Compromís ya votaron en contra, pero también hubo otros tres diputados que optaron por la abstención: el diputado valenciano de IU, Ricardo Sixto, en protesta por el retraso en resolver la infrafinanciación de la Comunidad Valenciana; Oskar Matute, el único diputado presente de Bildu; y Pedro Quevedo, de Nueva Canarias.