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El presidente de RTVE denuncia su convenio colectivo | ||||
Los verdaderos motivos para renegociar sus condiciones | ||||
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Leopoldo González Echenique comunicó ayer al Consejo de Administración de la Corporación RTVE su decisión de denunciar el convenio colectivo con el fin de renegociar las condiciones laborales.
El actual convenio de RTVE tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 2012. De no producirse denuncia por ninguna de las partes (empresa y trabajadores) antes del plazo de los tres meses anteriores a su expiración, el convenio se renovaría automáticamente.
Un ejemplo para entendernos: si la ley marca una indemnización por despido equivalente a 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades, la empresa podría acordar una indemnización superior, pero nunca inferior. Por este motivo la nota precisa que es una conveniencia, no una necesidad ni una obligación. Fijémonos entonces en los otros motivos, que son los que anuncian la dirección clave de la negociación: “garantizar la estabilidad presupuestaria”, “fomento de la competitividad” y “mayor flexibilidad”. Garantizar la estabilidad presupuestaria RTVE sufrió un recorte de 200 millones de euros aproximadamente a principios de año, pero es posible que padezca nuevas reducciones al sumarse la Corporación a los ministerios cuyos presupuestos deben absorber un recorte adicional de 600 millones para cumplir los objetivos de déficit público. Esto significa que podrían alterarse los 450 millones destinados a nóminas de los más de 6.000 trabajadores de RTVE. En otras palabras: habría que eliminar personal para poder adecuarse al presupuesto. Menos trabajadores cobrando de la Corporación garantizarían su “estabilidad presupuestaria”. Naturalmente esto supondría más despidos, cuyas indemnizaciones deberían ser retribuidas por el erario público, y más desempleados, cuyas prestaciones estarían a cargo también del dinero público. Extrañas paradojas de las fantasías contables. Fomento de la competitividad Todos sabemos cuál es la idea de competitividad que se cierne sobre nosotros: el abaratamiento. Y es que el criterio para medir la competitividad impuesto no es el aumento de la calidad y la implementación de nuevos sistemas que aumenten la productividad, sino la reducción de los costes. Según las conclusiones del Informe Trimestral de Competitividad del segundo trimestre de 2012 del Ministerio de Economía importar productos españoles era más atractivo para los demás países porque nuestras mercancías eran más baratas. “Mejora la competitividad exterior de la economía española” era el titular que empleaba la página web gubernamental, que precisaba que “esta ganancia de competitividad es producto de la caída del 0,6% tanto en el índice de precios relativos de consumo como en el índice de tipo de cambio”. Somos mejores cuanto más baratos seamos. Lo cual se traduce en que, para ser más competitivos, los salarios de quienes conserven su puesto de trabajo serán inferiores. Mayor flexibilidad Dar más por menos. Esta es la interpretación de que un trabajador sea más flexible. Una reducción de plantilla exigirá que el trabajo que antes asumían dos empleados ahora se encargue a uno. Uno al cual se le reducirá su salario. Una mayor flexibilidad para poder abarcar más tareas en un horario laboral ampliado, por supuesto. Estos son los verdaderos motivos de la renegociación del convenio colectivo de RTVE. Una conclusión a la que ya ha llegado la OCDE, que tras analizar nuestra economía denuncia que España gana competitividad debido a la moderación salarial y a que quien mantiene su empleo hace su trabajo y el de los despedidos. Más desempleados. Salarios menores. ¿Esta es la solución que necesitamos? ¿Es la que queremos? |
El Juzgado Contencioso-Administrativo de Pontevedra ha anulado una factura de 15.600 € que pretendía cobrar la Distribuidora del grupo Naturgy alegando un “fraude eléctrico” que no ha podido demostrar en el juicio. En sentencia firme, UFD Distribución contra el recurso presentado ante la Resolución de la Xunta de Galicia, que daba la razón al titular del contrato de suministro y consideraba nula la refacturación practicada por alegar un ‘fraude eléctrico’ en el contador de electricidad.
Sí, me refiero a ti. A ese que de vez en cuando va a recoger a sus nietos al cole. A esos que están sentados en un banco de un jardín e incluso a los que están echando una partidita de dominó, esperando matar al contrario esos seis dobles que están a la expectativa, mirando de reojo al rival para que no le asesinen esa ficha adversa que todos no sabemos dónde meter cuando nos hunde la suerte en el reparto de fichas. A
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