Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Economía
Si. Ya se. No hay banco bueno excepto los bancos de sangre y, si me apuran, los bancos de ovarios y bancos de esperma

¿Banco malo?

|


Sin Título


Pero después de meses diciéndonos nuestros dirigentes que jamás, nunca, en ningún momento, se iba a crear un Banco Malo en el que meter todos los productos inmobiliarios llamados “tóxicos”, este banco ya está aquí.

Bancos de este tipo ya han tenido experiencias anteriores en Europa. En Suecia se creó uno y fracasó. En Alemania se crearon dos, pero como son más listos que el resto, los sacaron a flote. Los bancos germanos se destinaron a acumular los activos tóxicos de las famosas hipotecas “subprime” y experimentos financieros ruinosos similares. En Irlanda, que parece un caso similar al nuestro, también crearon un Banco Malo, pero allí se están planteando derribar promociones inmobiliarias fallidas. Es decir el Banco no es que sea malo, es que es absolutamente ruinoso.

Aquí, en el país del “Digo-Diego”, lo que hace unos días era impensable, hoy es necesario y obligatorio. Y de ahí pasa a ser recomendable e incluso bueno. (¡Que buenos son los asesores de los políticos! Hacen verdadera magia con las palabras. ¡Para que luego digan que no sirven para nada!). O sea, que le cambiarán el nombre al Banco Malo por otro más vendible como por ejemplo: “Banco de Futuros Inmobiliarios” o “Banco de Dios” (el del Espirito Santo ya está pillado) y empezarán a privatizarlo, vendiendo acciones con altas rentabilidades a largo plazo. Y si Ruiz Mateos logró que miles de pardillos picaran por segunda vez, el Forum Filatélico tuvo éxito, o las participadas de las cajas de ahorros se vendieron como churros, no se preocupen, el Banco Malo pasará a ser el Banco Excelente en dos meses.

-¡Pitas, pitas, pitas! - que decía Esperanza Aguirre.

¿Banco malo?

Si. Ya se. No hay banco bueno excepto los bancos de sangre y, si me apuran, los bancos de ovarios y bancos de esperma
ZEN
lunes, 3 de septiembre de 2012, 07:08 h (CET)

Sin Título


Pero después de meses diciéndonos nuestros dirigentes que jamás, nunca, en ningún momento, se iba a crear un Banco Malo en el que meter todos los productos inmobiliarios llamados “tóxicos”, este banco ya está aquí.

Bancos de este tipo ya han tenido experiencias anteriores en Europa. En Suecia se creó uno y fracasó. En Alemania se crearon dos, pero como son más listos que el resto, los sacaron a flote. Los bancos germanos se destinaron a acumular los activos tóxicos de las famosas hipotecas “subprime” y experimentos financieros ruinosos similares. En Irlanda, que parece un caso similar al nuestro, también crearon un Banco Malo, pero allí se están planteando derribar promociones inmobiliarias fallidas. Es decir el Banco no es que sea malo, es que es absolutamente ruinoso.

Aquí, en el país del “Digo-Diego”, lo que hace unos días era impensable, hoy es necesario y obligatorio. Y de ahí pasa a ser recomendable e incluso bueno. (¡Que buenos son los asesores de los políticos! Hacen verdadera magia con las palabras. ¡Para que luego digan que no sirven para nada!). O sea, que le cambiarán el nombre al Banco Malo por otro más vendible como por ejemplo: “Banco de Futuros Inmobiliarios” o “Banco de Dios” (el del Espirito Santo ya está pillado) y empezarán a privatizarlo, vendiendo acciones con altas rentabilidades a largo plazo. Y si Ruiz Mateos logró que miles de pardillos picaran por segunda vez, el Forum Filatélico tuvo éxito, o las participadas de las cajas de ahorros se vendieron como churros, no se preocupen, el Banco Malo pasará a ser el Banco Excelente en dos meses.

-¡Pitas, pitas, pitas! - que decía Esperanza Aguirre.

Noticias relacionadas

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto