Dice un viejo aforismo que al golpe dado no hay quite, y es lo que se comprueba con el caso del florero golpista que terminó humillando a Fernando Lugo.  Lo curioso del caso es que hasta ayer, la principal autoridad del Frente Guasu, conglomerado de partidos fantasmas y extintos que sigue al ex presidente destituido por mal desempeño de sus funciones, tenía como principal autoridad a un periodista del diario golpista ABC color.

Ricardo Canese, que de él se trata, fue por décadas columnista del diario ABC color, y sigue escribiendo en ese medio hasta hoy, a pesar de que los partidarios del destituido cura papá lo acusan de haber instigado desde sus páginas el “golpe”.  El diario ABC color fue además una pieza clave en el ascenso político de Lugo, al cual apuntaló desde sus páginas y promocionó como si fuera su mismo vocero oficial.

En realidad, si alguna culpa tiene ABC en el golpe, es por haber defendido a ultranza la propiedad privada desde su línea editorial, algo que Lugo tuvo en cuenta durante toda su gestión ordenando brutales desalojos de campesinos como el de Curuguaty, que a la postre le costó el cargo.

El mismo Fernando Lugo asimiló el libreto de ABC sobre la “soberanía energética” y otros asuntos durante su proselitismo, y siguió al pie de la letra las órdenes impartidas desde sus editoriales.  Todavía esta semana, intentando volver a ganarse el favor de este diario, arremetía contra su sucesor Federico Franco acusándolo de no haber podido “agarrar” al EPP, una guerrilla marxista integrada por ex aliados políticos del luguismo.

Una de las argumentaciones más inconsistentes del Frente Guasu es la que acusa de golpista a la transnacional Rio Tinto.  En realidad, cuando esta empresa anunció que invertiría en Paraguay, la mayoría de los seguidores de Lugo realizaron grandes festejos y uno de los principales comunicadores vinculados al luguismo, Leo Rubin, bailaba en una pata de contento desde su espacio radial.

El Frente Guasu también argumenta que la empresa transnacional Monsanto estuvo involucrada en el golpe contra su líder.  Sin embargo, las tierras donde las fuerzas públicas al mando de Lugo masacraron a los campesinos no tenía nada que ver con esa empresa multinacional, sino más bien con un connotado personero de la dictadura, el empresario estronista Blas N. Riquelme.

El Frente Guasu acusa también de golpista al Partido Liberal, el mismo que le cedió la chapa, le regaló un 70 por ciento de los votos que tuvo el 20 de abril Lugo, el mismo que le cuidó ese día sus votos cubriendo todas las mesas del país.

El mismo Partido Liberal con el cual coquetean hoy sus postulantes como Mario Ferreiro, intentando volver a concitar su interés con la candidatura de un nuevo “outsider”.

En definitiva, la actitud esquizofrénica del Frente Guasu con respecto a sus supuestos victimarios del bando golpista solo evidencia cuánta razón tenía aquel escritor norteamericano cuando aseveró que una inteligencia superior se demuestra con la capacidad de sostener dos ideas contrarias en la mente.