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Samuel Sánchez: "Para un ciclista, brillar en el Tour es lo más importante. Para un deportista, estar en una Olimpiada"
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* [ÚLTIMA HORA: El ocho de julio, una dura caída en el Tour de Francia ha puesto en serio peligro la participación de Samuel en Londres. Desde Diario Siglo XXI le mandamos los mejores deseos para una rápida y feliz recuperación. ¡Ánimo Samu! ACTUALIZACIÓN 19/07: Hoy se ha confirmado que Samuel, al igual que Rafa Nadal, no podrá defender el oro de Pekín. Día negro a una semana de los Juegos. Todo el ánimo del mundo para dos grandísimos campeones. Se les echará mucho de menos en la capital inglesa.]
Nos la debían. Era una deuda histórica para un país que siempre ha regalado toneladas de cariño al mundo de la bicicleta. Plagado de campeones al nivel de los más grandes, con leyendas desde el blanco y negro hasta nuestros días, y que no sabía lo que era levantar los brazos en la prueba de ruta de unos Juegos Olímpicos.
Samuel Sánchez hizo justicia en 2008, y cruzó en China la última frontera que nos quedaba por conquistar. El asturiano se encuentra ya preparando el próximo Tour en Sierra Nevada, recuperándose sin problemas del susto en forma de caída de la última Dauphiné. Será uno de los grandes protagonistas en Londres, dentro de un equipo de ensueño que luchará de nuevo por repetir la gesta.
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¡La última, la última! [risas] Lo vi claro. Ya desde el principio de la carrera me sentía muy bien. Era una oportunidad que quizás no se me vuelva a presentar en la vida, porque no es fácil correr muchas Olimpiadas. No podía dudar ni fallar, y teniendo buenas sensaciones tenía que atacar en la distancia, en el momento justo.
¿A quién tenía más controlado?
El más rápido era (Davide) Rebellin, sin ninguna duda. (Fabian) Cancellara había hecho un esfuerzo abismal para entrar e iba a llegar bastante fatigado. Al que más miedo le tenía, más respeto por quién es, por la cantidad de carreras que había ganado, por veteranía, por astucia, por todo, era al italiano.
De repente ya era campeón olímpico. En un deporte tan profesionalizado como el ciclismo, ¿es igual de grande el aura mágica que rodea a la conquista de una medalla?
Para un ciclista quizá sea más importante brillar en el Tour. Para un deportista, que engloba a todo, estar en una Olimpiada. Simplemente estar, porque es muy complicado. Son cuatro años, hay que estar justo a tope en el momento que es la prueba. Ir es ya un triunfo, pero si encima logras ganar un oro creo que es lo máximo que te puede pasar.
En octubre del año pasado regresó a la capital china para disputar la Vuelta a Pekín. ¿Cómo fue el reencuentro?
Siempre se te vienen muchísimos recuerdos, pero vi todo muy cambiado. Estábamos hospedados al lado de la Villa (Olímpica) y lo habían vendido todo, eran viviendas. Tampoco se sentía el espíritu olímpico. A pesar de que corríamos el Tour de Pekín y había un poco más de expectación, no era lo mismo. Ahí se demuestra lo que son unos Juegos Olímpicos. Se paraliza toda una ciudad, todo un país, para conseguir que salga todo bien.
La tradición coloca a los ciclistas en primera fila del calendario, prácticamente abriendo los Juegos. ¿Les da tiempo a mezclarse con el resto de deportistas?
Sí que da tiempo, pero no puedes disfrutar como los demás. Sobre todo a la hora de ir al desfile, la recepción en la Casa de España… yo no lo pude vivir en Pekín porque empezaba la prueba al día siguiente. Nosotros estábamos en la habitación y todo el mundo estaba abajo preparándose para ir a la inauguración. Los chicos de traje, las chicas de uniforme y nosotros esperando solo a recibir el masaje. Luego escuchabas los fuegos artificiales de la ceremonia, ¡y nosotros ya en la cama! [risas] Es una pena, pero alguien tiene que ser el primero.
¿Qué tal en la Villa?
Alberto (Contador) y yo nos quedamos cuatro días más porque corríamos luego la contrarreloj. Óscar (Freire), Carlos Sastre y (Alejandro) Valverde se fueron al día siguiente de ganar yo la medalla. Me arrepiento de no haberme quedado más días, pero las ganas de volver a casa y celebrarlo con los míos me superaban. La experiencia allí es única, una vez cada cuatro años.
Tras haber tocado la gloria, ¿cómo afronta la reválida del título?
Todavía es pronto. Tenemos un mes muy intenso, con la preparación del Tour de Francia en medio. El ciclismo es un deporte en el que el factor externo cuenta mucho, una caída puede llevar todo al traste. Siempre he sido una persona cauta, que le gusta respetar los tiempos, y ahora mismo es pronto todavía para pensar en Londres.
"Cada uno en su equipo suele ser el cabecilla, el líder, todos están pendientes de ti, y cuando vas con la selección es más complicado"
En esta ocasión habrá dos semanas menos de descanso entre el Tour de Francia y los Juegos. ¿Cómo les afecta a los que van a luchar por la general en la ronda gala?
Afecta porque todo se comprime mucho más. Casi no te da ni tiempo para ir a tu casa entre las dos pruebas, tienes que preparar a la vez la ropa de tu equipo y la de España para irte a Londres. Pero casi todo el mundo va a estar en la misma tesitura. Todo gira alrededor de los Juegos. Se adelantan el Giro, el Tour, un calendario más difícil que te obliga a planificar mucho mejor y escoger tus objetivos para llegar lo mejor a ellos. Siempre es complicado.
En Pekín los rivales buscaban en España a Valverde y Freire, y se equivocaron. ¿Cree que en 2012 sentirá más de cerca el marcaje del resto de equipos?
Hay que tener en cuenta que España es la primera potencia mundial en ciclismo. Absolutamente todos los que vayan a correr en los Juegos defendiendo la camiseta de España van a ser favoritos. Tenemos muy buenos ciclistas, y cualquiera de nosotros es un corredor a vigilar. ¿El problema de las Olimpiadas? Hay países con equipos muy pequeños, que se van a beneficiar de los marcajes entre España, Italia o Bélgica. Pero los nuestros son gente de gran palmarés, con mucha experiencia y que seguro llegarán muy bien de forma.
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Sinceramente, quiero creer que no se va a llegar al sprint. Se sube un repechito de dos kilómetros al 6%, y creo que a medida que avance la carrera muchísimas selecciones, no solo España, intentarán hacerla muy dura para que Cavendish no pase. Vamos a confiar en que ese sprint no llegue, porque sería un caos. Es uno de los mejores velocistas de toda la historia y hay que intentar que no supere esa subida final. La Olimpiada es muy táctica, es complicado estar en el corte justo.
¿Qué cambia en unos Juegos respecto a una prueba con el Euskaltel? ¿Tienen claro el papel de cada uno o es más una cuestión de sensaciones?
Es muy diferente. Cada uno en su equipo suele ser el cabecilla, el líder, todos están pendientes de ti, y cuando vas con la selección es más complicado. Hay que intentar tener un buen director de orquesta, en este caso José Luis de Santos. Todos sabemos de lo que somos capaces, hay que respetarse muy mucho unos a otros y aprovechar cada uno la oportunidad que se le presente. Son equipos más pequeños y es muy difícil controlar la carrera, nunca sabes donde va a estar el corte definitivo. Si es una carrera dura, sabes que los más fuertes van a ir para adelante, pero al no ser tan exigente cuesta muchísimo más. La clave es meter arriba el mayor número de gente posible.
De China además del dorado se llevó diploma olímpico en contrarreloj. ¿Cómo lo ve para 2012?
La crono de Pekín sí que me venía bien. De hecho Alberto casi saca el bronce y yo estuve en tiempos de cabeza, rondando las medallas, y al final fui sexto. Pero la de Londres es una crono totalmente llana y quizá sea más para especialistas puros y será un poquito más difícil.
¿Con qué sabría mejor el verano?, ¿medalla en Londres o podio en París?
Un oro en Londres sería muy bueno. Pero soy de los pocos ciclistas que, por circunstancias adversas y que yo no deseaba, con la descalificación de Alberto, tengo un podio en París y también la medalla de oro olímpica. Por pedir… ¡si conseguimos las dos mejor! [risas] No soy una persona demasiado ambiciosa, lo que quiero es tener buenas sensaciones y mantener el nivel de todos estos años. Optar a podio y a medalla es lo bueno, luego conseguirlo es otra cosa porque todos buscamos lo mismo. Pero optar a ello ya es algo muy importante.
Samuel Sánchez: "Para un ciclista, brillar en el Tour es lo más importante. Para un deportista, estar en una Olimpiada" | |||||
| "Escuchabas los fuegos artificiales de la ceremonia, ¡y nosotros ya en la cama!" | |||||
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* [ÚLTIMA HORA: El ocho de julio, una dura caída en el Tour de Francia ha puesto en serio peligro la participación de Samuel en Londres. Desde Diario Siglo XXI le mandamos los mejores deseos para una rápida y feliz recuperación. ¡Ánimo Samu! ACTUALIZACIÓN 19/07: Hoy se ha confirmado que Samuel, al igual que Rafa Nadal, no podrá defender el oro de Pekín. Día negro a una semana de los Juegos. Todo el ánimo del mundo para dos grandísimos campeones. Se les echará mucho de menos en la capital inglesa.] Nos la debían. Era una deuda histórica para un país que siempre ha regalado toneladas de cariño al mundo de la bicicleta. Plagado de campeones al nivel de los más grandes, con leyendas desde el blanco y negro hasta nuestros días, y que no sabía lo que era levantar los brazos en la prueba de ruta de unos Juegos Olímpicos. Samuel Sánchez hizo justicia en 2008, y cruzó en China la última frontera que nos quedaba por conquistar. El asturiano se encuentra ya preparando el próximo Tour en Sierra Nevada, recuperándose sin problemas del susto en forma de caída de la última Dauphiné. Será uno de los grandes protagonistas en Londres, dentro de un equipo de ensueño que luchará de nuevo por repetir la gesta.
¡La última, la última! [risas] Lo vi claro. Ya desde el principio de la carrera me sentía muy bien. Era una oportunidad que quizás no se me vuelva a presentar en la vida, porque no es fácil correr muchas Olimpiadas. No podía dudar ni fallar, y teniendo buenas sensaciones tenía que atacar en la distancia, en el momento justo. ¿A quién tenía más controlado? El más rápido era (Davide) Rebellin, sin ninguna duda. (Fabian) Cancellara había hecho un esfuerzo abismal para entrar e iba a llegar bastante fatigado. Al que más miedo le tenía, más respeto por quién es, por la cantidad de carreras que había ganado, por veteranía, por astucia, por todo, era al italiano. De repente ya era campeón olímpico. En un deporte tan profesionalizado como el ciclismo, ¿es igual de grande el aura mágica que rodea a la conquista de una medalla? Para un ciclista quizá sea más importante brillar en el Tour. Para un deportista, que engloba a todo, estar en una Olimpiada. Simplemente estar, porque es muy complicado. Son cuatro años, hay que estar justo a tope en el momento que es la prueba. Ir es ya un triunfo, pero si encima logras ganar un oro creo que es lo máximo que te puede pasar. En octubre del año pasado regresó a la capital china para disputar la Vuelta a Pekín. ¿Cómo fue el reencuentro? Siempre se te vienen muchísimos recuerdos, pero vi todo muy cambiado. Estábamos hospedados al lado de la Villa (Olímpica) y lo habían vendido todo, eran viviendas. Tampoco se sentía el espíritu olímpico. A pesar de que corríamos el Tour de Pekín y había un poco más de expectación, no era lo mismo. Ahí se demuestra lo que son unos Juegos Olímpicos. Se paraliza toda una ciudad, todo un país, para conseguir que salga todo bien. La tradición coloca a los ciclistas en primera fila del calendario, prácticamente abriendo los Juegos. ¿Les da tiempo a mezclarse con el resto de deportistas? Sí que da tiempo, pero no puedes disfrutar como los demás. Sobre todo a la hora de ir al desfile, la recepción en la Casa de España… yo no lo pude vivir en Pekín porque empezaba la prueba al día siguiente. Nosotros estábamos en la habitación y todo el mundo estaba abajo preparándose para ir a la inauguración. Los chicos de traje, las chicas de uniforme y nosotros esperando solo a recibir el masaje. Luego escuchabas los fuegos artificiales de la ceremonia, ¡y nosotros ya en la cama! [risas] Es una pena, pero alguien tiene que ser el primero. ¿Qué tal en la Villa? Alberto (Contador) y yo nos quedamos cuatro días más porque corríamos luego la contrarreloj. Óscar (Freire), Carlos Sastre y (Alejandro) Valverde se fueron al día siguiente de ganar yo la medalla. Me arrepiento de no haberme quedado más días, pero las ganas de volver a casa y celebrarlo con los míos me superaban. La experiencia allí es única, una vez cada cuatro años. Tras haber tocado la gloria, ¿cómo afronta la reválida del título? Todavía es pronto. Tenemos un mes muy intenso, con la preparación del Tour de Francia en medio. El ciclismo es un deporte en el que el factor externo cuenta mucho, una caída puede llevar todo al traste. Siempre he sido una persona cauta, que le gusta respetar los tiempos, y ahora mismo es pronto todavía para pensar en Londres. "Cada uno en su equipo suele ser el cabecilla, el líder, todos están pendientes de ti, y cuando vas con la selección es más complicado" En esta ocasión habrá dos semanas menos de descanso entre el Tour de Francia y los Juegos. ¿Cómo les afecta a los que van a luchar por la general en la ronda gala? Afecta porque todo se comprime mucho más. Casi no te da ni tiempo para ir a tu casa entre las dos pruebas, tienes que preparar a la vez la ropa de tu equipo y la de España para irte a Londres. Pero casi todo el mundo va a estar en la misma tesitura. Todo gira alrededor de los Juegos. Se adelantan el Giro, el Tour, un calendario más difícil que te obliga a planificar mucho mejor y escoger tus objetivos para llegar lo mejor a ellos. Siempre es complicado. En Pekín los rivales buscaban en España a Valverde y Freire, y se equivocaron. ¿Cree que en 2012 sentirá más de cerca el marcaje del resto de equipos? Hay que tener en cuenta que España es la primera potencia mundial en ciclismo. Absolutamente todos los que vayan a correr en los Juegos defendiendo la camiseta de España van a ser favoritos. Tenemos muy buenos ciclistas, y cualquiera de nosotros es un corredor a vigilar. ¿El problema de las Olimpiadas? Hay países con equipos muy pequeños, que se van a beneficiar de los marcajes entre España, Italia o Bélgica. Pero los nuestros son gente de gran palmarés, con mucha experiencia y que seguro llegarán muy bien de forma.
Sinceramente, quiero creer que no se va a llegar al sprint. Se sube un repechito de dos kilómetros al 6%, y creo que a medida que avance la carrera muchísimas selecciones, no solo España, intentarán hacerla muy dura para que Cavendish no pase. Vamos a confiar en que ese sprint no llegue, porque sería un caos. Es uno de los mejores velocistas de toda la historia y hay que intentar que no supere esa subida final. La Olimpiada es muy táctica, es complicado estar en el corte justo. ¿Qué cambia en unos Juegos respecto a una prueba con el Euskaltel? ¿Tienen claro el papel de cada uno o es más una cuestión de sensaciones? Es muy diferente. Cada uno en su equipo suele ser el cabecilla, el líder, todos están pendientes de ti, y cuando vas con la selección es más complicado. Hay que intentar tener un buen director de orquesta, en este caso José Luis de Santos. Todos sabemos de lo que somos capaces, hay que respetarse muy mucho unos a otros y aprovechar cada uno la oportunidad que se le presente. Son equipos más pequeños y es muy difícil controlar la carrera, nunca sabes donde va a estar el corte definitivo. Si es una carrera dura, sabes que los más fuertes van a ir para adelante, pero al no ser tan exigente cuesta muchísimo más. La clave es meter arriba el mayor número de gente posible. De China además del dorado se llevó diploma olímpico en contrarreloj. ¿Cómo lo ve para 2012? La crono de Pekín sí que me venía bien. De hecho Alberto casi saca el bronce y yo estuve en tiempos de cabeza, rondando las medallas, y al final fui sexto. Pero la de Londres es una crono totalmente llana y quizá sea más para especialistas puros y será un poquito más difícil. |
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