Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Sensible | Columna humo | Copa del Rey | Nacionalismos

Aguirre, la cólera de Esperanza

Nunca los nacionalistas han desautorizado tajantemente, más allá de alguna declaración vaga y formal, a quienes promueven tan civilizado acto
Pedro de Hoyos
viernes, 25 de mayo de 2012, 07:04 h (CET)
El problema no es que piten o no al Rey, al príncipe o al himno. Llevan años haciéndolo sin que nadie haya hecho nada por evitarlo. Es sólo el síntoma, no la enfermedad, nuestros políticos han estado demasiado tiempo adulando a los nacionalistas periféricos, permitiendo amenazas políticas, discriminaciones lingüísticas y afirmaciones racistas (¿se acuerdan de lo del Rh de Arzallus, de Pujol  negándose a hablar en castellano y diciendo “que pongan el karaoke”?) y creyéndonos por ello los reyes de la tolerancia y de la democracia.

Nunca los nacionalistas han desautorizado tajantemente, más allá de alguna declaración vaga y formal, a quienes promueven tan civilizado acto. ¡Pero si los silbatos utilizados son subvencionados por sus organizaciones! Pedir que hicieran algo efectivo para impedirlo sería esperar demasiado. Acostumbrados a su repetido desprecio, ¿cómo cambiar  de pronto nuestra reacción habitual?

Durante tantos años de democracia les hemos dado alas, potenciándolos, riéndoles las gracias y aceptando claudicantemente sus conveniencias políticas. ¿Y ahora queremos pararles los pies? ¿No les hemos dejado abrir “oficinas comerciales” en el exterior a modo de embajadas? ¿Cómo parar aquello que hemos potenciado? ¿Cuántos años llevamos, míseros de nosotros, permitiendo que silben impunemente nuestro himno?

El caso es que nuestros políticos no saben cómo parar la que se avecina en la final de la copa de fútbol, son demasiados años escondiendo la cabeza bajo el ala y negándonos a nosotros mismos la realidad. ¿Cómo abordar ahora el problema de esta bola de nieve? ¿Es tarde? ¿Por qué sentirse español es de fachas y sentirse nacionalista vasco o catalán es progresista? ¿Por qué silbar “Els Segadors” es una barbaridad propia de antidemócratas y silbar el himno de España es libertad de expresión? ¿Por qué hemos abandonado la batalla de la imagen al tiempo que la de la razón y la opinión?

La torpeza de Esperanza Aguirre, ¿tal vez buscando con este escándalo artificial tapar el mayor escándalo del déficit oculto de su comunidad?, sólo va a provocar una pitada mayor, fortalecer a sus enemigos y que hasta sus propios compañeros de partido se aparten de ella. ¿Alguien puede predecir el resultado de orden público si se suspende el partido? ¿Cómo lo hacemos? ¿Metemos a la policía nacional por las gradas a desalojar a cien mil personas con botes de humo y palos? ¿No nos llega la memoria a la plaza de toros de Vitoria?

Noticias relacionadas

La escritura es un acontecimiento ontológico o, lo que es lo mismo, una expresión de realidades y a la vez es una forma de fijar el pensamiento, el conocimiento, las sensaciones, las emociones, etc. También es una especie de archivo de la memoria, con todo lo que eso supone. En realidad, como se sabe ya desde la antigüedad es una extensión del lenguaje hablado. Además, es una forma de ser en el mundo.

Migrantes. Es lo último en apelativos orientados a retorcer el lenguaje para tornarlo ariete ideológico. Parecen no venir ni emigrar desde ningún lado, ni dirigirse, inmigrando, a otro lugar concreto y delimitado, como si estuviesen sometidos a una suerte de movimiento pendular perpetuo que solo se detendrá al legalizarlos en algún sitio. Existen asuntos sensibles sobre los cuales parece que está prohibido debatir, o al menos hacerlo con racionalidad y argumentos.

¿Qué supone eso de enfrentarse cada día a los sucesivos retos de la vida? La versión de la respuesta siempre será personal, aunque los matices particulares aparezcan entreverados con las oleadas procedentes de la comunidad. Son tantos los factores implicados, que la rutina atenúa el sofoco de atender a todos ellos; con el inconveniente de prescindir de algunos conocimientos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto