Este pasado lunes se celebró el día del libro en toda España, y concretamente en Cataluña Sant Jordi. Tuve la oportunidad de relajarme aquella noche por las calles de Barcelona, y ver como muchos cerraban las paradas de rosas y recogían lo que quedaban de un día tan especial para Barcelona. Mis pasos me llevaron a ver como en muchas papeleras se amontonaban muchas rosas en buen estado y que pueden ser un reflejo de la situación actual y que puede responder a la pregunta de qué por qué la prima de riesgo va como va si según la UE, España está siguiendo el camino correcto de las reformas que necesita el país. Quizá algunos de los lectores piensen que aquí un servidor no está bien de la cabeza y que debe ir a urgencias lo antes posible al relacionar unas rosas de Sant Jordi en una papelera con la prima de riesgo de un país entero. Quizá sí, pero me explico mejor.
La semana pasada en el consejo de ministros se aprobaron dos reformas importantes sobre Sanidad y Educación. El Gobierno anunció que se conseguiría ahorrar una cifra importante de euros y que a su vez reforzaría con estas medidas la Sanidad pública. Digo reforzar la Sanidad pública porque hay que hacer entender a aquellos que no entienden el porqué de las reformas, que la Sanidad pública no está para ganar dinero, y que no se puede hablar de ella como si fuera una empresa porque no tiene ganancias. Si tiene algo solo pueden ser perdidas. Pese a la importancia de las dos reformas, muchos se preguntan que demonios pasa en los mercados. ¿Por qué los mercados dicen una cosa y la UE otra? No significa que las medidas del Gobierno de Rajoy no sean las adecuadas, sino que estas reformas son solo reformas superficiales del país. Me explico. Las comunidades autónomas han ido teniendo mas independencia del Estado con el paso de los años y un simple proceso como la creación de una red de bibliotecas no es tan simple como parece, y lleva detrás un largo proceso de negociación entre estado y CCAA. La ciudad o una CCAA se ponen manos a la obra en cuanto a trámites, se contratará a una sociedad pública que lleve adelante el proceso, y luego se necesitará contratar a empleados administrativos. Todo este proceso se puede solucionar de otra forma y el coste del mismo puede llegar a ser cinco veces menor: un alcalde de una ciudad o un presidente de una comunidad autónoma siendo más inteligente que lo comentado anteriormente, se pone en contacto con el responsable y quien tiene las competencias de Educación en el Estado y le comunica la necesidad de abrir una nueva red de bibliotecas en su ciudad. Con este simple gesto, la Consejería solo tendrá que sumar a su red de bibliotecas, el número que considere oportuno para esa ciudad.
Por tanto, la gran reforma que necesita España a día de hoy, y que los mercados exigen con un castigo que se traduce en la prima de riesgo, es la reforma de las competencias de las comunidades autónomas. España no puede centrarse solo en las rosas rojas que estaban alrededor de los cubos de las paradas de Sant Jordi olvidando que dentro de ese circulo de rosas se encontraban otras que quizá de haberse fijado antes no hubiera comprado la que compró, y pudiera haberse llevado una de las que al final de la noche se encontraban en las papeleras de Barcelona. Unas rosas que aún tienen vida y un país como España que aún tiene tiempo de rectificar un tema tan importante como es la duplicidad de los servicios que se generan con las comunidades autónomas. Y más cuando desde la UE cifran el déficit de 2011 en un 8,5% cuando el PSOE decía que lo dejaba en un 6%. Un margen de un 2,5% que también influye en la confianza de los mercados hacia España de manera negativa, ya que un error tan pronunciado entre las cuentas que dice un Gobierno que deja y la realidad, demuestra también una falta de confianza entre nosotros mismos. Santo déficit el que tenemos y con el que no podremos librarnos de él con un simple padre nuestro a los inversores o esperando que el PSOE pronuncie un “me he equivocao, lo siento mucho, no volverá a ocurrir”.
