Bélgica celebra este viernes un día de luto nacional en recuerdo de las
víctimas del trágico accidente de autocar en un cantón de suiza en el
que han muerto 28 personas, incluidos 22 menores de entre 10 y 15 años,
entre ellos un menor con doble nacionalidad hispano-belga. La
repatriación de sus restos mortales comenzará esta mañana tras el
regreso este jueves de los primeros heridos y los primeros familiares de
los familiares, según han informado la prensa local belga.
El
día de luto nacional tendrá su máxima expresión con el minuto de
silencio que se guardará en todo el país a las 11.00 horas. Las banderas
instaladas en los edificios y lugares públicos ondearán a media hasta
en señal de duelo hasta el sábado además y las campañas de las iglesias
sonarán en su honor, aunque los actos de recuerdo no han dejado de
sucederse como demuestra la homilía en la iglesia de San Juan en Lommel,
a la que asistieron más de 2.500 personas.
Los primeros ocho menores heridos de menor gravedad en el siniestro
pusieron rumbo de regreso a Bélgica en vuelo a última hora del jueves
desde Suiza y ya han llegado a Bélgica, según han informado RTBF y el
diario flamenco 'Het Laatste Niews'.
Los familiares de las
víctimas mortales llegaron en otro vuelo poco después de la medianoche,
según informa la prensa local y se esperaba que la repatriación de los
restos de los fallecidos comience alrededor de las 7.30 horas de este
viernes. Para ello, el Gobierno de Bélgica ha fletado tres aviones C-130
Hércules que partirán del aeropuerto de Sion, adonde fueron trasladados
todas las víctimas para su identificación. En algunos casos, se han
necesitado pruebas de ADN adicionales por el fuerte impacto.
En la madrugada del martes, un total de 28 personas --22 niños y los
seis adultos que viajaban con ellos, incluidos los dos conductores--
murieron cuando el autobús en el que regresaban de unas vacaciones en un
campamento de esquí en el complejo turístico de Val d'Anniviers chocó
contra una de las paredes del túnel de Sierre por el que circulaba en el
cantón de Valais, en el sur de Suiza. Otros 24 menores resultaron
heridos, tres de ellos siguen en estado muy grave.
Entre los
menores fallecidos habría un menor hispano-belga y siete de nacionalidad
holandesa, mientras que entre los menores heridos figuran también un
polaco y un alemán, así como dos hermanos identificados como Marc y Alba
P., de doble nacionalidad hispano-belga. En un principio se informó de
que todas las víctimas eran de nacionalidad belga, en su mayoría
escolares de Lommel y Herverlee, en Flandes.
Entre las
primeras hipótesis del accidente, se apunta a un posible problema
técnico, un error humano o un problema de salud del conductor, aunque ya
se ha descartado que el accidente se deba a un exceso de velocidad,
dado que el autocar viajaba a una velocidad de entre 50 y 70 kilómetros
por hora en el momento del accidente, por debajo del límite de 100
kilómetros por hora autorizado.
Las autoridades belgas
todavía están a la espera de concluir la autopsia del conductor para
determinar si padecía trastornos mentales. Varios menores supervivientes
del siniestro han explicado a sus familias y a los médicos que les han
atendido que el conductor intentó meter un DVD o CD en el momento del
impacto, según informa el diario flamenco 'Het Laatste Niews'. Todos los
menores llevaban el cinturón de seguridad puesto en el momento del
siniestro.