Socialmente hay voces que nos señalan la necesidad de ser ciudadanos responsables con la forma de vivir al tiempo que debemos ser cuidadosos con la naturaleza, la espada de Damocles pende sobre nuestras cabezas si no respetamos el entorno en el que vivimos, si éste pierda calidad nosotros también la perdemos día a día.
Hay empresas que en su trabajo dedican todo su esmero a este tema, nosotros, los ciudadanos de a pie, debemos colaborar en cosas sencillas pero fundamentales.
Haast, alta joyería sostenible
Hace unos días fui convocada a la presentación de una colección de Alta Joyería cuyo primer objetivo y el mas fundamental es crear piezas de joyería sostenible, la casa se llama Haast, era su presentación en España y nos sorprendió el grado de creatividad de la misma, sus piezas, nada clásicas, no perjudican el Medio Ambiente, sus joyas son hermosas pero los componentes que forman parte de esta primera colección llamada Native by Haast han sido tratados de una manera profesional, respetuosa y sin dañar el medio ambiente.
Crean piezas únicas de alta joyería basándose en la sostenibilidad para la creación de las mismas en una constante innovación en la búsqueda de nuevos y exclusivos materiales para la creación de sus joyas.
Innovación y visión de futuro
La alta joyería sostenible apuesta por la innovación con visión de futuro y aporta nuevas ideas en el sector creando una nueva forma de ver, tratar y concebir esta joyería. En el proceso habitual de trabajo promueve el concepto de sostenibilidad separando materiales desechables y trabajando con proveedores que les facilitan la utilización de material reciclable.
Un taller con más de 25 años de historia
Haast nace en Manlleu (Barcelona) en un taller de joyería con más de veinticinco años de historia, la directora general de la firma Montse Piella y Damián González son quienes han visto que con el paso del tiempo debían adaptarse a la nuevas tecnologías y sin perder el trabajo artesanal que conocen de primera mano por estar en él ya un cuarto de siglo, empezaron a crear esta nueva forma reciclando cada uno de los residuos que genera, ellos son conscientes del impacto medioambiental, social y económico que ello conlleva.
Un equipo creativo formado por un grupo de jóvenes profesionales con una amplia trayectoria en el mundo de la joyería y el diseño han creado trece piezas para esta primera colección, diez de ellas destinadas a la mujer y tres a los hombres.
Oro, diamantes y madera
Para estas piezas únicas y exclusivas han empleado oro (amarillo, blanco, rosa y rodiado negro), diamantes con la incorporación de tres tipos de maderas nobles: Ébano, Amaranto y Cocobolo. Anillos, colgantes, pendientes, pulseras brillaban en la noche de la presentación en las vitrinas expuestas en el restaurante Indochine, un restaurante más que apto para esta presentación pues en el mismo se está en plena naturaleza, el dueño del mismo, el camboyano Ly Leap, ha creado un restaurante precioso, espacioso, en donde el agua, las flores, los árboles, los peces y su exquisita cocina hacen del mismo una vergel en medio de una ciudad bulliciosa como Barcelona.
Native by Haast en medio de la ciudad pero dentro de la naturaleza
Allí, en plena ciudad y en medio de tanta naturaleza la colección Native parecía un acicate más en el ambiente que nos rodeaba, sus preciosos modelos de creación actual, muy de nuestros días habían encontrado su marco natural para lucir, brillaban sus maderas, su oro y diamantes, sus creadores, artistas y orfebres, han entendido que una pulsera, unos pendientes, un anillo, debe poder lucirse en cualquier momento del día por mucho valor que tenga, la colección Native by Haast tiene todos esos elementos, es actual, es única y sus materiales preciosos y sus formas, además de sostenibles, gran idea, si señor, sirven para poder lucirlas en cada hora de nuestra vida.
Durante años las joyas generalmente estaban en una caja fuerte para vestirse con ellas en momentos muy especiales o considerados en nuestra vida, ya no, esto se acabó, los joyeros nos han dicho por activa y por pasiva que un diamante es para toda la vida, es cierto, son hermosos, los luces y te ves incluso guapa, pero para poco sirven si no te los puedes poner el día que peor te encuentras, por lo tanto como esto ya se acabó, celebro que estos orfebres que conocí la otra noche hayan dado un paso adelante con sus modernas creaciones para que esto sea una realidad cotidiana. Las piezas presentadas costaban entre 595 y 2500 euros, piezas exclusivas, de esas que la gente te dice: “¡que bonito¿de dónde es?”, les informas, pero callas y en tu interior conservas la única realidad, esa, tu pieza, está realizada por y para ti, un lujo.
Los diamantes bajo el tratado de Kimberley
El oro usado para realizar esta colección ha sido obtenido bajo el tratamiento Ecogold que es un proceso de auditoría de reciclaje del oro ya existente y una vez tratado en el mercado se recoge a partir de diferentes fuentes, no es oro extraído de la tierra, por lo que no es un producto procesado o manufacturado que haya dañado el Medio Ambiente. Las maderas seleccionadas y utilizadas son maderas sin sobreexplotación forestal. Los diamantes orgánicos procesados a través de una sofisticada tecnología son gemas perfectas y certificadas, creadas al tratar el carbono procedente de la vida animal y vegetal exactamente con las mismas condiciones y características geológicas que sigue la naturaleza durante el proceso de creación de un diamante convencional a una temperatura de 1.500 grados centígrados y una presión de 45.000 atmósferas. Los diamantes sostenibles de Haas son los extraídos bajo el tratado de Kimberley.
La firma Haast colabora con “Espais Naturals del Delta del Llobregat” destinando parte de sus beneficios a la protección de este ecosistema y están en conversaciones con otras entidades similares con el fin de establecer con las mismas colaboraciones cuyo fin sea la defensa y el cuidado del Medio Ambiente.
Haast es el nombre de un geólogo alemán
Les pregunté de dónde viene el nombre de Haast y me explicaron que es el nombre del geólogo alemán, Johann Franz Julius Von Haast, fundador del Museo de Canterbury en Christchurch. Descubrió oro y carbón en Nelson. Realizó investigaciones geológicas de gran importancia y estudió un ave rapaz de Nueva Zelanda hoy extinguida a la que se conoció con el nombre de “águila de Haast”.
Bienvenida Haast por muchas razones, primero por ser responsable con el entorno en el que vivimos, por crear piezas únicas contemporáneas, por ser solidarios y colaborar con otras entidades que, igual que ellos, luchan por el ecosistema y luego por haber encontrado este nombre tan original, tan difícil también pero al final tan adecuado, y para redondear por escoger el restaurante Indochine para darnos a conocer estas trece piezas únicas , en él el tiempo se transforma y todo lo que pasa en su interior se saborea mucho mejor. Piezas únicas, relucientes, oro, diamantes, madera, todo sostenible, un lujo, de verdad.
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