Los Chichos, al igual que otras bandas como Los Chunguitos, Los Amaya o Los Calis, son un grupo de melodías trabajadas que merece un momento de atención por parte de cualquier amante de la música, ni más ni menos.
Los Chichos son un mito de la música cantada en castellano y, aunque resulte difícil hablar de ellos sin tomárselos a cachondeo, a un servidor le vuelven loco.
Si señores, en este mundo tan raro aún quedamos unos pocos roqueros que no podemos evitar amar sus melodías pegadizas y sus voces dulces, aún quedamos un residuo de individuos a los que no nos importa reconocer que nos tomamos en serio a estos grupos tan históricos y virtuosos.
Hace diez años que Jeros, su líder y cantante principal, nos dejó, pero el resto de la formación sigue dando conciertos para alegría de los fans. Los Chichos hacen una rumba gitana moderna que gusta a niños y ancianos, por ello, por mucho que pase el tiempo, siempre te encontrarás de vez en cuando a un muchacho descamisado, parado en un semáforo, con la ventanilla bajada y con la cinta de grandes éxitos sonando al volumen máximo.
Los Chichos son muy grandes, sus temas te hipnotizan irremediablemente desde el primer día en que los oyes, lo que pasa es que cuesta creérselos. Muchas personas alucinan cuando ven que alguien los escucha porque sí, porque le gustan y punto, pero es que seguramente nunca se habrán detenido a darles una oportunidad, ¡como es posible que a alguien con dos dedos de frente no le agraden temas como Son Ilusiones o como La Cachimba!, parece mentira.
Las letras de Los Chichos son de temática barriobajera, hablan de mujeres, de robos, de celos, de muertes en la carretera y de aventuras diversas, entre muchas otras cosas. Pero los enamorados de su música, no sólo nos alucinan sus textos, también enloquecemos al oír sus ritmos y su voz desgarrada.
El mejor material de Los Chichos se concentra el la década de los 70’s, la guitarra flamenca y los teclados de la época distinguían su estilo y les hicieron llegar a lo más alto.
Realmente lo de las doce razones para amar a Los Chichos es un tontería, hay respetarlos porque son un grupo muy ameno de escuchar que en momentos de tristeza te levanta la moral con su fuerza. Si te apetece gritar, desahogarte y pasártelo bien, ves a una gasolinera, compra una cinta que contenga los mejores temas y ponla a todo volumen sin pensarlo dos veces.
Sinceramente, si nunca les has dado una oportunidad, merece la pena que pares un instante a dedicarles unos minutos de tu tiempo, seguro que no te arrepentirás.
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