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Los Bancos Centrales inyectan dinero al sistema

¿Salvó la Reserva al mundo?

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WASHINGTON -- Vivimos tiempos de singularidad económica tal que los pequeños acontecimientos -- para bien y para mal -- provocan reacciones desproporcionadas. El ejemplo en la picota es la respuesta al anuncio el miércoles por parte de la Reserva Federal de que, en cooperación con el Banco Central Europeo entre otras instituciones bancarias públicas, "se proporcionará liquidez al sistema financiero global". 9.999 estadounidenses de cada 10.000, muchos inversores profesionales incluidos, probablemente no tenían idea de lo que estaba haciendo la Reserva. No importa. El índice Dow Jones Industrial Average subía de golpe 490 enteros, o 4,2 puntos porcentuales. No fuimos los únicos. Las cotizaciones se disparaban en todo el mundo. ¡Yupi!

Se debería de tratar esto con escepticismo. Lo que hicieron los bancos centrales no va a acelerar la recuperación económica, aquí o en el extranjero. No va a resolver la acuciante crisis de la deuda de Europa. Sus virtudes son defensivas: podría evitar una nueva contracción del crédito o atajar probablemente una verdadera crisis financiera, al estilo de Lehman Brothers. Estamos hambrientos de buenas noticias y tan temerosos de las malas -- y tan confundidos en general con lo que está pasando -- que los acontecimientos pierden cualquier proporción. Los brutales giros cotidianos de la Bolsa (alias "volatilidad") son un barómetro de nuestra ignorancia.

¿Qué hizo pues la Reserva?

Para entender eso, hay que saber dos cosas del sistema bancario de Europa. La primera, que es mucho mayor que su homólogo estadounidense. Las economías de los Estados Unidos y la Unión Europea vienen a ser equivalentes en volumen a grandes rasgos; cada una representa la quinta parte de la economía mundial. En los Estados Unidos, los activos de los bancos (préstamos e inversiones) rondan en total los 14 billones de dólares; las entidades bancarias de Europa tienen un tamaño alrededor del triple, según Douglas Elliott, de la Brookings Institution.

"El sistema bancario europeo es mucho mayor en proporción a la economía que el sistema bancario estadounidense", dice Elliott. "los agentes de financiación en Europa son sobre todo las entidades bancarias. En Estados Unidos, los agentes son entidades bancarias y mercados de capital" -- mercados de capital consistentes sobre todo en venta de acciones, de bonos, y de títulos comerciales a inversores.

Lo segundo que hay que saber es que los bancos europeos extienden un montón de préstamos en dólares. El economista de la Universidad de Princeton Hyun Song Shin ha calculado que los préstamos y las inversiones en dólares por parte de bancos de la eurozona (los 17 países que utilizan el euro) alcanzan en total ya alrededor de los 3 billones de dólares. Aunque esto puede sorprender a los estadounidenses, la principal explicación parece patente. Los dólares se utilizan de forma generalizada para realizar transacciones en el mundo comercial; las multinacionales utilizan el dólar en sus operaciones globales; y las entidades bancarias europeas utilizan dólares para comprar los títulos estadounidenses de sus carteras de inversión.

Pero al prestar en dólares, los bancos de Europa tienen que sacarlos de alguna parte -- y ahí reside la dificultad. La compra es cada vez más rígida. Las entidades bancarias han comprado tradicionalmente dólares a crédito en los mercados "generalistas" a otras entidades, a fondos comerciales de bajo riesgo que prestan a corto plazo y a inversores institucionales. A medida que la crisis de la deuda se ha agravado, estos agentes de crédito retrocedieron posiciones porque los bancos de Europa, titulares de enormes cantidades de deuda pública sospechosa, parecían inversión cada vez más arriesgada. Desde el mes de mayo, los fondos estadounidenses de inversión a corto plazo redujeron sus préstamos a las entidades europeas un 42% hasta los 224.000 millones de dólares, informa la agencia de calificación Fitch.

"Se está en los albores de una contracción súbita del crédito en Europa", afirma el economista de la Universidad de Nueva York Thomas Philippon. "(Los bancos) están limitando sus actividades en dólares. Los bancos franceses mantienen operaciones más sustanciales en Italia -- y se están contrayendo. Los bancos austríacos mantienen operaciones sustanciales en Europa Oriental -- y se están contrayendo".

Teniendo en cuenta la importancia de los bancos, una contracción súbita del crédito generalizada agravaría la perspectiva económica mala de Europa. Un agotamiento súbito de la liquidez en dólares podría provocar hasta un episodio de pánico financiero. Algunas entidades bancarias podrían ser insolventes.

Interviene la Reserva. Presta dólares al Banco Central Europeo a través de "líneas de liquidez permutables". El Banco Central Europeo puede prestar los dólares a las entidades bancarias europeas que necesitan dólares. En teoría, esto debería de amortiguar una contracción del crédito y blindar frente a un episodio de pánico bancario de corte Lehman. Las primeras "permutas" se remontan a la década de los 60. Las versiones actuales comenzaron a finales de 2007. El Banco Central Europeo es responsable de la amortización de los préstamos en dólares, al igual que las entidades bancarias centrales restantes. Estados Unidos nunca ha perdido un dólar a través de estas permutas con extranjeros, según Edwin Truman, un importante exfuncionario de la Reserva.

Lo que hizo la Reserva fue cambiar el tipo de interés que cobra en los préstamos intercambiables de alrededor del 1% al medio punto porcentual. Esto hace más atractivo el endeudamiento en dólares. A finales de 2008, estas permutas alcanzaron un máximo de 580.000 millones de dólares; antes del anuncio del miércoles, el cálculo total más reciente era de 2.400 millones.

Todo esto parece sensato, aunque técnico. No mejora la situación de la economía global; pero podría impedir que se agravara -- y probablemente cosas mucho peores. Puede justificar una jornada de subidas. ¿Pero casi 500 enteros? Esto parece una exageración: confusión de los deseos con la realidad en su mayor parte.

¿Salvó la Reserva al mundo?

Los Bancos Centrales inyectan dinero al sistema
Robert J. Samuelson
viernes, 2 de diciembre de 2011, 07:56 h (CET)

WASHINGTON -- Vivimos tiempos de singularidad económica tal que los pequeños acontecimientos -- para bien y para mal -- provocan reacciones desproporcionadas. El ejemplo en la picota es la respuesta al anuncio el miércoles por parte de la Reserva Federal de que, en cooperación con el Banco Central Europeo entre otras instituciones bancarias públicas, "se proporcionará liquidez al sistema financiero global". 9.999 estadounidenses de cada 10.000, muchos inversores profesionales incluidos, probablemente no tenían idea de lo que estaba haciendo la Reserva. No importa. El índice Dow Jones Industrial Average subía de golpe 490 enteros, o 4,2 puntos porcentuales. No fuimos los únicos. Las cotizaciones se disparaban en todo el mundo. ¡Yupi!

Se debería de tratar esto con escepticismo. Lo que hicieron los bancos centrales no va a acelerar la recuperación económica, aquí o en el extranjero. No va a resolver la acuciante crisis de la deuda de Europa. Sus virtudes son defensivas: podría evitar una nueva contracción del crédito o atajar probablemente una verdadera crisis financiera, al estilo de Lehman Brothers. Estamos hambrientos de buenas noticias y tan temerosos de las malas -- y tan confundidos en general con lo que está pasando -- que los acontecimientos pierden cualquier proporción. Los brutales giros cotidianos de la Bolsa (alias "volatilidad") son un barómetro de nuestra ignorancia.

¿Qué hizo pues la Reserva?

Para entender eso, hay que saber dos cosas del sistema bancario de Europa. La primera, que es mucho mayor que su homólogo estadounidense. Las economías de los Estados Unidos y la Unión Europea vienen a ser equivalentes en volumen a grandes rasgos; cada una representa la quinta parte de la economía mundial. En los Estados Unidos, los activos de los bancos (préstamos e inversiones) rondan en total los 14 billones de dólares; las entidades bancarias de Europa tienen un tamaño alrededor del triple, según Douglas Elliott, de la Brookings Institution.

"El sistema bancario europeo es mucho mayor en proporción a la economía que el sistema bancario estadounidense", dice Elliott. "los agentes de financiación en Europa son sobre todo las entidades bancarias. En Estados Unidos, los agentes son entidades bancarias y mercados de capital" -- mercados de capital consistentes sobre todo en venta de acciones, de bonos, y de títulos comerciales a inversores.

Lo segundo que hay que saber es que los bancos europeos extienden un montón de préstamos en dólares. El economista de la Universidad de Princeton Hyun Song Shin ha calculado que los préstamos y las inversiones en dólares por parte de bancos de la eurozona (los 17 países que utilizan el euro) alcanzan en total ya alrededor de los 3 billones de dólares. Aunque esto puede sorprender a los estadounidenses, la principal explicación parece patente. Los dólares se utilizan de forma generalizada para realizar transacciones en el mundo comercial; las multinacionales utilizan el dólar en sus operaciones globales; y las entidades bancarias europeas utilizan dólares para comprar los títulos estadounidenses de sus carteras de inversión.

Pero al prestar en dólares, los bancos de Europa tienen que sacarlos de alguna parte -- y ahí reside la dificultad. La compra es cada vez más rígida. Las entidades bancarias han comprado tradicionalmente dólares a crédito en los mercados "generalistas" a otras entidades, a fondos comerciales de bajo riesgo que prestan a corto plazo y a inversores institucionales. A medida que la crisis de la deuda se ha agravado, estos agentes de crédito retrocedieron posiciones porque los bancos de Europa, titulares de enormes cantidades de deuda pública sospechosa, parecían inversión cada vez más arriesgada. Desde el mes de mayo, los fondos estadounidenses de inversión a corto plazo redujeron sus préstamos a las entidades europeas un 42% hasta los 224.000 millones de dólares, informa la agencia de calificación Fitch.

"Se está en los albores de una contracción súbita del crédito en Europa", afirma el economista de la Universidad de Nueva York Thomas Philippon. "(Los bancos) están limitando sus actividades en dólares. Los bancos franceses mantienen operaciones más sustanciales en Italia -- y se están contrayendo. Los bancos austríacos mantienen operaciones sustanciales en Europa Oriental -- y se están contrayendo".

Teniendo en cuenta la importancia de los bancos, una contracción súbita del crédito generalizada agravaría la perspectiva económica mala de Europa. Un agotamiento súbito de la liquidez en dólares podría provocar hasta un episodio de pánico financiero. Algunas entidades bancarias podrían ser insolventes.

Interviene la Reserva. Presta dólares al Banco Central Europeo a través de "líneas de liquidez permutables". El Banco Central Europeo puede prestar los dólares a las entidades bancarias europeas que necesitan dólares. En teoría, esto debería de amortiguar una contracción del crédito y blindar frente a un episodio de pánico bancario de corte Lehman. Las primeras "permutas" se remontan a la década de los 60. Las versiones actuales comenzaron a finales de 2007. El Banco Central Europeo es responsable de la amortización de los préstamos en dólares, al igual que las entidades bancarias centrales restantes. Estados Unidos nunca ha perdido un dólar a través de estas permutas con extranjeros, según Edwin Truman, un importante exfuncionario de la Reserva.

Lo que hizo la Reserva fue cambiar el tipo de interés que cobra en los préstamos intercambiables de alrededor del 1% al medio punto porcentual. Esto hace más atractivo el endeudamiento en dólares. A finales de 2008, estas permutas alcanzaron un máximo de 580.000 millones de dólares; antes del anuncio del miércoles, el cálculo total más reciente era de 2.400 millones.

Todo esto parece sensato, aunque técnico. No mejora la situación de la economía global; pero podría impedir que se agravara -- y probablemente cosas mucho peores. Puede justificar una jornada de subidas. ¿Pero casi 500 enteros? Esto parece una exageración: confusión de los deseos con la realidad en su mayor parte.

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